jueves, junio 07, 2007

Impactos emocionales


Aqui se ve, muy en chiquitito, muy en chiquitito... pero esa maravilla de Palacio es lo primero que se ve, al entrar en Zaragoza. Parece como si en la Antigüedad, pensarán en el sitio ideal para que cualquiera que pasara cerca de ese castillo, decidiera sin pensárselo dos veces y sin poder evitarlo, pararse en Zaragoza.

En otro de esos viajes relámpago, que a veces nos sacamos de la manga, para huir de la verdadera realidad, nos decidimos a ver Zaragoza. Es una ciudad que llama la atención por ser una de esas principales sedes para que artistas internaciones vengan a dar sus conciertos, y sin embargo no da la impresión de macrociudad del espectáculo como puede ser Madrid o Barcelona.

Pero su encanto, lo encontramos en como está distribuida la ciudad y que desde un principio me pareció estar en mi propia casa, simplemente por el ambiente que se respiraba alrededor. Es una cosa inexplicable, pero me pasó igualmente en Valencia, hay sitios que te hacen sentirte cómoda por lo que ves y oyes mientras vas paseando y te das cuenta que estas realmente en el sitio donde quieres estar. Una de esas sensaciones a las que no puedo poner nombre pero por la que me mereció la pena emprender este viaje.

La lástima fue que casi todos los museos estaban cerrados porque la historia romana de esta ciudad es digna de ver y de contemplar. Una tarea que me pongo en mi lista de pendientes. Pero pudimos aprovechar para ver la Basílica del Pilar, que es una de las pocas joyas románicas junto a la Catedral de Santiago que tenemos la suerte de tener en España y que es una de los monumentos imprescindibles de ver, junto al de la foto que nada más verlo enfrente me cautivó por completo.

Es el palacio de la aljafería, de estilo mudéjar y con unas estancias a cada cual más sorprendente, donde se puede observar una mezcla de culturas abrumadora y una manera de ver la vida que se tenía en esa éopca a través de cada uno de sus muros. Lo más curioso, es que en ese palacio es donde se hacen los plenos de las Cortes de Aragón y también tienes la posibilidad de ver, donde se pelean nuestros representantes en el Gobierno. Mucho cuidado con intentar acercaros a alguno de los escaños, que los guardias se ponen muuu nerviosos.

En fin, que si vais, no olvideis ir a un restaurante que se llama Hamburgo y pedid el pedazo de bocadillo ganador de un concurso que no me acuerdo cual es, que fue el mejor recuerdo para mi novio, a juzgar por la cara de felicidad que puso al acabarselo.

Muy recomendable esta maravillosa ciudad y me alegro que sea el lugar para hacer la Expo del año que viene y espero poder estar alli para verlo.

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