jueves, noviembre 08, 2007

Pura adrenalina con zanahorias

Hay cosas que no merece la pena alargarlas, aunque ahora que lo leo suena muy mal. Y es el caso de esta película, únicamente dura unos 90 minutos, pero es que no le hace falta más...

La tensión que genera las situaciones en las que se enfrenta el protagonista, (pero que bueno está Clive Owen¡¡¡), para salvar la vida de un recien nacido es constante y no decae durante toda la trama de la película.

Las fantasmadas abundan a raudales, pero a diferencia de La jungla de cristal 4, donde me fijaba únicamente en la próxima burrada a la que nos iba a sorprender Bruce Willis, en este caso disfrutaba con cada una de las cosas imposibles a las que se enfrenta Clive Owen. Tal vez sea, porque la forma en la que está planteada la película induce a que el espectador disfrute y se divierta con esas escenas.

No me quisiera olvidar de los detallitos del protagonista que lo hacen un héroe de acción perfecto, no duda en comer una zanahoria cuando quiere, en odiar todo lo que se le pone a su alcance y en otorgar esas frases sentenciadoras que te dejan a cuadros en la butaca de cine.

Y dos consideraciones: una es que creo que Paul Giamatti debería de haber sido el próximo Joker, en la película desborda una maldad ingeniosa que hace que ese hubiera sido su papel perfecto (y que sonrisa¡¡) y la otra es la expectación por esa escena sexual entre Belluci y Owen, que la verdad no era pa tanto, que os emocionais con nada.

Os recomiendo este chute de adrenalina que alguna vez viene de maravilla para el cuerpo.

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