martes, diciembre 04, 2007

Mi pánico a conducir


Justamente, esta última semana han sucedido una serie de acontecimientos que me han hecho replantearme porqué le tengo tanto miedo a sacarme el carnet de conducir.


Y eso que una vez lo intenté en uno de esos veranos que logré sacarlo todo aprobado en la universidad y ya que tenía tiempo libre, pues decidí intentarlo y la cosa no salió muy bien, ya que ni siquiera fui capaz de sacarme el teórico.


El caso es que lo dejé pasar, Barcelona también pasó y al volver, la mítica pregunta: ¿Cuando te lo vas a sacar de una vez?


Esa presión unida a que cada vez que me subo un coche con mi pareja o quien sea, me siento mucho más cómoda acompañando al conductor, que sintiendome protagonista del volante, no siento esa necesidad de independizarme con un coche, en comparación con la que tenía con independizarme de casa.


Además, cuando comento que tengo poco tiempo para comer por lo que tarda el transporte público para llegar a mi casa, la gente en general se escandaliza porque considera que pierdo muchísimo el tiempo. En realidad, ese tiempo que se considera perdido, yo lo invierto en escuchar las noticias que me pueden servir para por la tarde y así adelanto trabajo o simplemente me dedico a recapacitar sobre mi día y sobre cosas importantes.


Si a esto le añadimos, que me dan más pánico todavía los vehículos que circulan alrededor que queramos o no, por mucho que se generalice, hay auténticos kamikazes en la carretera que me hacen aún más reafirmarme en mi idea de que no debo conducir.

Conclusión: el coche no es para mí como la ciudad no era para Paco Martínez Soria

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