jueves, febrero 14, 2008

La mesa alargada

Hoy me he sentido como una de esas pobres almas que aparecen los casting de esos programas televisivos que están ahora tan de moda, con un jurado enfrente que decide a mano alzada el futuro de muchas de esas personas, que quieren triunfar en diferentes disciplinas.

He llegado como siempre con mi puntualidad firme, cinco minutos antes, y me han trasladado a una sala con una mesa alargada en la que estratégicamente se han colocado los encorbatados, altos directivos, que se disponían a hacer mi entrevista.

Durante el transcurso de esa conversación, no he parado de recordar las palabras que me dejo en un correo electrónico, una de mis almas radiofónicas, Ivan Díez, Se tú misma, y así lo hice. Expliqué con vehemencia mi trayectoria profesional y expuse las razones por las que yo valgo para ese puesto que tanto ansio.

Me ha parecido curioso que cada uno de estos entrevistados se preocupaba por una parte de mi personalidad, uno iba más a mi trayectoria, otro a advertirme de los riesgos del trabajo y el que más me preocupaba era uno que ha intentado pillarme con preguntas trampas, a las que como he contestado con toda sinceridad, he conseguido solventar esas dificultades y responder con claridad a los peligros que me sometía.

Me ha sorprendido también que me preguntara si tenía hijos, algo que ni se pasa ahora mismo por mi cabeza porque ya llegaran en su momento, cuando disponga de una estabilidad económica que me permita tenerlos, y además haya disfrutado de mi aún todavía juventud, pero que le den importancia a ese tema, simplemente por saber si tendré disponibilidad completa para ellos, me ha chocado para mal, aunque en este caso no me perjudique.

Asi que nuevamente mi vida dependerá de una llamada y mis uñas están ahora mismo sufriendo por el dolor que les voy a hacer, hasta que ese tono telefónico se produzca.

Yo me quedo satisfecha con lo que he dicho y demostrado y ya veremos que pasa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pobres uñas.....lo de los hijos es la cultura empresarial española, los paises del Norte de Europa (sin mencionar los escandinavos, tan inalcanzables en este asunto) no lo ven como un obstaculo para rendir bien, mientras que aqui si no dedicas 14 horas diarias no eres nadie....un desastre.

Te deseo lo mejor, un beso.