lunes, marzo 24, 2008

Un cumpleaños inolvidable, con mariachis incluido


¡Hola a todos!. Me he permitido la molestia de tomarme unos días libres sin abrir el arcón que me han venido de maravilla, pero por los que pido disculpas a los "pocos" lectores fieles que pueda tener esta humilde bloguera.


Lo importante de esta Semana Santa, claro está, ha sido mi cumpleaños. Un día que curiosamente ha coincidido en estas fechas vacacionales, cosa que no ocurrirá hasta dentro de 200 años, puesto que los días de Semana Santa se deciden a partir del solsticio de primavera, y esa coincidencia no pasará hasta dentro de ese tiempo. La pena es que no podré comprobarlo.


Lo gratificante de esa coincidencia es que he podido celebrarlo con mi familia al completo, incluida mi prima-hermana de Madrid, y las personas que no estaban y que no han podido estar porque las llevaba dentro de mi corazón.


He estado temerosa de que llegara el día de mi cumpleaños porque no asumía que iba a llegar a ese cuarto de siglo, me parecía ayer cuando mis primas disfrutábamos de esa piscina en el chalet de Montealto y jugábamos a esconder cosas en el fondo para luego ir a cogerlas o que tuvieran que soportar esos grandes vídeos estilo Érase una vez o La guerra de las galaxias que los pobres tuvieron que sufrir.


Dos asientos más a mi derecha, tenía a ese mismo niño que antes jugaba conmigo y ahora mide el doble, le ha cambiado la voz de una manera descomunal y sobretodo ha madurado tanto que me asusta no reconocer a ese chiquitín revoltoso y simpático que me alegraba el día viniendo a mi casa. Aunque siempre cuando nos vemos recordamos ese precioso tiempo, que además, nos ayuda a pensar en positivo y seguir hacia adelante con nuestras vidas. Él no lo sabe, pero las comidas nuestras de los viernes son para mi un gran tesoro, porque es una de las últimas cosas que hacía con mi padre antes de que falleciera y que no encuentro una mejor persona que mi primo Alejandro para seguir manteniendo esa tradición. Ya sabes, que este viernes nos toca el Jamón y Queso.


Volviendo a la celebración de mi cumpleaños, de repente mi madre me regaló una cosa que había visto siempre en las pelis y que siempre me pregunté como reaccionaría, una canción dedicada por unos mariachis. Al principio estaba impactada, porque no me lo esperaba y eso que les había visto en la puerta, y después no sabía que me llegaran a emocionar tanto y lo viví intesamente con ese tema tan precioso que me cantaron. Un bonito detalle que sirvió para complementar una gran fiesta que estábamos teniendo.


El arroz como siempre, exquisito, marca Los del Tunel, que ya eso es una garantía y el momento "regalos" fue íncreible para nosotros, pero también para las mesas de alrededor, que no contentas conque diéramos la nota con los mariachis, igual la dimos con mi pase de modelos probándome toda la ropa que me regalaron encima del vestido que llevaba. Una ropa acertadísima cuyo objetivo básico y necesario para mi, era que me sirviera para empezar mi nueva andadura laboral y no me puedo quejar para nada. Al menos durante una o dos semanas, voy a estrenar ropa de lo lindo. Muchas gracias a mis asesoras de ropa¡¡¡


Y por la noche, mis amigos me hicieron olvidar un cumpleaños muy triste que pasé en Barcelona con la única presencia de dos personas cenando conmigo y el sábado por la noche a mi alrededor, tenía gente muy querida que no dudaron en hacerme pasar una gran noche y cerciorarme de porqué necesito estar en mi hogar que es Málaga y al lado de ellos. Y encima me regalaron ropa también.


Pues eso, que de pensar que iba a pasar un día triste se convirtió en una gran celebración como hacía mucho que no tenía y en este lunes me he levantado mejor que nunca y no pensando que es un maldito lunes. Asi que a todas esas personas que lo han hecho posible. Gracias.


Y ya que estoy aprovecho para recomendaros la película que me hizo reir y enternecerme en mi día de cumpleaños. Un filme que quise ver gracias al buen trailer que resumía a la perfección, los detalles que me gustan de una película y porque pone en actuación al Steve Carrell que me gusta ver, alejado de esa imitación barata de Jim Carrey.


Una de las cosas que más me gustan de estas películas es que no se andan con rodeos y te plantean el conflicto desde el momento inicial y se desarrolla la trama de una manera muy rápida con risas constantes por las escenas entre los distintos familiares, sobretodo en los binomios padre-hijas y padre-familia y momentos enternecedores de esos en los que reflexionas sobre tu propia vida o sobre lo que le pasa al protagonista.


Como la vida misma es la historia de un viudo al que le cuesta afrontar los acontecimientos reales que le van sucediendo tanto a él como a sus hijas. Su afán de protección es tal, que no se preocupa de si mismo ni de que sus hijas se equivoquen y aprendan de los errores de la vida. Lo bueno este tipo de películas, por mucho que las critiquen, es que los que se meten de lleno en la historia, comparten o le echan en cara las actitudes que va tomando a lo largo de la historia y se consigue meterse de lleno en lo que le pasa al personaje y sufrir como sufre él y reirte cuando hace algo gracioso.


En definitiva, nos encontramos ante una película preciosa que revuelve sentimientos y ameniza una tarde-noche, de una manera muy particular, que no sé si es independiente o no, pero que es diferente de lo que normalmente se hace en este tipo de filmes y ruego al señor Carrell que tome más este camino, de hacer sólo un histrionismo por película, porque cinéfilas como yo, se lo agradecemos.


Leer critica de Como la vida misma en Muchocine.net

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ole, ole y ole :D
K bonito!! :'(
Joee, tú también debes saber que igual k tu arcón es tu mundo especial y necesrio, para mi los viernes también son lo mejor, porque es como un paréntesis dentro de la semana, donde podemos comer con tranquilidad y hablar, y es lo mejor :D
Bueno wapa k ste viernes... ÑAM ÑAM :D!!
Bisous ;)

Stipey dijo...

Felicidades, mi niña!! :)