Recuerdo que hace poco debido a un accidente de autobús ocurrido cerca de donde yo vivo en Málaga, mi tía Natalia me llamó enseguida preocupada por si en ese momento yo me encontraba cerca de donde ocurrió y estaba bien. Afortunadamente yo volvía de una genial escapada a Córdoba pero su llamada me hizo pensar qué no estamos a salvo nunca de lo que la vida nos puede pronosticar y que nunca hay que pensar qué le pueden ocurrir las desgracias a otros antes que a tí.
Hoy he tenido una reacción similar a la de mi tía, cuando me he enterado al coger mi tren matutino para ir al trabajo de ese artefacto que ha estallado en una playa de Torremolinos. Mi jefe vive cerca de allí y todos los días coge el mismo tren que yo para ir a Málaga, yo le espero en el anden y vamos juntos a la emisora de radio. Hoy ha tardado medio segundo más de lo normal y a mí me ha entrado el pánico, hasta que de repente he vuelto a ver como todas las mañanas su camisa y su maletín y he lanzado un suspiro de alivio en mis adentros.
A mi reacción, él ha contestado con un simple: "yo no vivo cerca de allí y ni me he enterado de lo que pasado", pero claro, tú en esos momentos ni te percatas de qué eso sea posible, sólo tienes en la mente que ojalá no le haya pasado nada y que simplemente se quede la cosa en su susto.
Pero de repente, el miedo vuelve a meterse en tus entrañas, porque ya eres consciente de qué no estamos alejados de esos atentados que ocurren en otras ciudades que te hierven la sangre y te hacen llorar. Esos explosivos te pueden estallar nada más salir de casa y ves esa realidad cada vez más cerca tuyo y de los que quieres.
Lo que ocurre es que en esos primeros momentos te domina el miedo, pero después nuestra reacción debería ser seguir con nuestra vida cotidiana. Porque esos terroristas lo único que buscan es que tu miedo te domine y que sucumbemos a ese terror que provocan cada día con sus actos. No debemos dejar que eso ocurra. El miedo es lógico que aparezca momentáneamente pero luego debe desaparecer como la espuma y en un futuro, si los que tienen que ponerse de acuerdo, olvidan sus verdaderos intereses, y se aunan para luchar contra esta lacra, entonces si que desaparecerá
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