viernes, octubre 17, 2008

Quemar después de leer

En esta ocasión, los hermanos Coen consiguen que no me queme del aburrimiento con esta genial parodia sobre el mundo del espionaje.

Y es que no sólo goza de un gran reparto, sino que las escenas en las que exageran al máximo las extremas precauciones y las extremas medidas que nos muestran las películas y lo que se puede ver en la vida real, son realmente originales y gozan de un humor exquisito que no te deja indiferente.

Además de eso, todos los actores tienen sus particulares manías que interpretan a la perfección y que marcan diferentes idiosincrasias que nos podemos encontrar en este mundo de la CIA. Nos encontramos desde un agente obsesionado con que lo vigilan o un ex-analista al que todo le sale mal, hasta un obsesionado del gimnasio que encuentra pruebas irrisorias con las que se quiere ganar unas pelillas.

Todo ese mundo coeniano que no para de producirse sin parar, entre personajes con diálogos absurdos y profesiones y situaciones estrambóticas, hace que el espectador no pare de reirse con lo que está pasando y comprueba ciertamente el grado de miedo y paranoia que suele sufrir el mundo estadounidense cuya inteligencia, como bien dice el título, es relativa.

Los planos también son acojonantes jugando siempre con primeros planos agobiantes que no dejan ver los espacios, pero que sin embargo son realmente apropiados para el ritmo y el tono de esta película.

Éste tipo de parodias son las que me reconcilian con los Coen, espero que sigan por esta tónica.

Leer critica Quemar después de leer en Muchocine.net

No hay comentarios: