sábado, enero 25, 2014

Crónica "Paradero Desconocido"

PALABRAS QUE HIEREN

Actores: Juanjo Artero, Juanjo Cucalón, Sara Casasnovas y Rosa Blanco (al piano)
Lugar: Teatro Cervantes
Fecha: Viernes 24 de enero

Katherine Kressman Taylor, la autora de las cartas protagonistas de esta obra de teatro, nunca se podía llegar a imaginar qué consecuencias artísticas podría tener el crear estas misivas, que hablan de tantos sentimientos encontrados en está época del nazismo y que a la vez son tan verdaderos.

Bajo una escenografía de ensueño, donde te pierdes en los detalles que se ocultan en sus estanterías, los espectadores que hemos podido disfrutar de Paradero Desconocido no podíamos imaginarnos encontrarnos esta historia contada de manera tan original y con una propuesta más que acertada en la adaptación y dirección de Laia Ripoll.


Las imágenes sacadas de archivo de la época de la Alemania nazi ayudan a contextualizar el difícil momento en que estos dos amigos y socios del mercado del arte se escriben cartas hablando de la situación individual que cada uno vive, uno de ellos judío residente en California y el otro que regresa a su Alemania natal. Pero lo que más ayuda son sus interpretaciones, bárbaras en el caso de Sara Casasnovas y más que nada, un sorprendente Juanjo Artero en el mejor papel que le he visto en su trayectoria.

Los protagonistas nos van leyendo las cartas al son de la mejor banda sonora que se puede tener que es el piano en directo de Rosa Blanco, nos las leen y aunque estén en el mismo escenario, la confección del espacio y sus propios movimientos, nos hacen comprender dónde se encuentra cada uno y se marca de manera que no nos esperamos las reacciones que tienen al leer las cartas como si se encontraran uno al lado del otro. El personaje de Sara Casasnovas, añadido por parte de la directora ya que no se encontraba en el texto original, nos ayuda a entender y ver más clara esa relación de amistad entre Martin y Max. Viajamos a través de ella en ese crecimiento del nazismo en Alemania y sobre todo en la piel y el trabajo de Martin, personaje encarnado por Juanjo Artero.

Al principio, no tomas ninguna empatía por ninguno de ellos y simplemente se les presenta y se les conoce pero a medida que va creciendo esas ideas autoritarias en Martin, le vas odiando más y esa gran caracterización y personalidad que le da a su personaje, le ayuda a que se acreciente mucho más ese desapego a su persona. También ayudan los cambios de vestuario, cada vez con más rango y con más estilo militar y de obediencia. Pero en la cúspide, está su tono de voz, sosegado al principio y que va incrementando a medida que su relación con su amigo Max le puede perjudicar en el régimen dictatorial de Hitler.

La manera de hilar el principio y el final es de lo más contundente que he visto en mucho tiempo en una obra de teatro. Se cierra de una manera clara y además con una contundencia que hace que el espectador sienta que ha tenido el colofón apropiado y que la historia solicitaba. Espero que no logren perderse por muchos paraderos desconocidos si no que logren viajar por muchos más teatros porque vivir y sentir esta obra, merece la pena.

No hay comentarios: