domingo, enero 05, 2014

Ejemplos vitales

El pasado domingo tuve la oportunidad de realizar un acto que me encanta hacer durante todo el año que es ir al teatro pero aderezado con algo típico de estas fechas, que ojalá existiera siempre, que es ayudar a los que más lo necesitan.
Esta iniciativa de uno de los genios artísticos que ha parido esta tierra boquerona, Dani Rovira, ya tuvo un éxito brutal, más que el que él mismo pensaría, con dos semanas donde llenó el Teatro Alameda en todas sus funciones. De hecho, yo quise comprar las entradas un poco más cercana a la fecha y dos meses antes ya se habían agotado las entradas.
En el 2013, cuando anunciaron las fechas del espectáculo para diciembre no me volvieron a pillar y las compré ya anticipadas en septiembre. ¡¡¡ Sólo puede comprarlas para el último domingo y en filas separadas, pero lo conseguí !!!
Llevé juguetes que pensé que podía alegrar estas fiestas que yo odio pero entiendo que son las fiestas que todos los niños tienen que disfrutar y al llegar me dijeron que dando esos juguetes, me daban la opción de hacerme una foto con Dani y que me la pudiera firmar. Cuando me lo dijeron, por un lado pensé que buena idea pero luego al momento me di cuenta que yo no había hecho ese gesto por nada a cambio y que prefiero que cuando mi sueño radiofónico via internet sea una realidad, venga y pueda entrevistarle y compartir sus inquietudes y proyectos. Espero que pronto sea posible. Recuerdo que en Prensa FM fueron de mis entrevistas más divertidas cuando venía a hacer los monólogos navideños también en el Teatro Alameda. 
Sentadas en nuestra tercera fila, mi tía Chiqui y yo y mi Nene que estaba en segunda fila, creo que no nos esperábamos lo que vimos en el escenario. Un espectáculo tierno y divertido que mezclaba muchas historias divertidas y a la vez emocionantes, que daba lugar a improvisaciones con nuestros malagueñismos y que demostraba que Dani Rovira no es solamente un gran provocador de sonrisas si no que tiene una versatilidad que cada vez llegará a más y estoy convencida que sorprenderá a todos.  A mí, ya me sorprendió su determinación cuando el año pasado determinó que ningún político ni alto cargo vendría de invitado a ninguna de las funciones para que todas las entradas contarán para su función de ayudar a esas asociaciones malagueñas. Bravo por ello. Este año, además, se ha utilizado una página web, que ha creado el propio Dani Rovira, Tras la Risa, que no cobra gastos de gestión y por tanto, no hay ningún beneficiario intermedio si no que todo lo que se recauda va directamente para el propósito que tiene que ir. Bravo nuevamente por ello.
Yo a Dani Rovira le deseo la mayor de las suertes, que sus sueños artísticos se cumplan y que sobre todo, yo pueda verlos y disfrutarlo desde mi butaca. Se lo merece, lo que consigue es muy difícil y muy meritorio, a mí siempre me hace muy feliz.
Exceptuando estos momentos "kit kat" navideños que me encantan, mi Navidad que culminará ya, por fin, con la noche de Reyes, se ha vuelto a convertir en lo de siempre. Compromisos, malas caras, no poder dividirte e intentar contentar a todo el mundo cuando no se puede. Por ello, ha habido algo que al menos me ha dado una calma y paz que me hacía falta, mi familia Cobos. Puede que haya meses que no podamos vernos y entienden que son circunstancias por mi parte y por la suya. Es la propia vida que no nos permite vernos siempre cada semana. Pero cuando nos vemos, lo aprovechamos al máximo. No hay lugar para la tele, excepto para bailar todos juntos, si no para la conversación, las risas y ponernos al día de cómo nos van las cosas y aconsejarnos cosas. Así da gusto, puedo ser yo misma y me da pena que siempre les sacrifique porque sé que cuando llegue, me van a recibir con los brazos abiertos y no habrá lugar para los reproches. Por todo ello, os quiero muchísimo y os lo agradezco en el alma. Estáis consiguiendo que sea una "mijita" menos Grinch de la Navidad.
Mis ejemplos vitales, no navideños, son ellos, Dani Rovira y mi familia Cobos. Habrá más en el 2014 y os los iré detallando en este arcón. Ahora toca seguir disimulando que me he portado bien que los Reyes vienen esta noche...


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