“Da
vértigo no sólo pensar que Shakespeare escribió esto hace cuatro
siglos, si no que también pasara hace veinte y que sigamos vivimos
en este mundo y las cosas no hayan cambiado”
Habla
con una seriedad profesional que hacía tiempo que no le escuchaba a
un actor, pone los puntos sobre las íes y durante nuestra
conversación se expresa con mucha claridad y rotundidad a la vez que
aportando esa ilusión que se refleja en los actores cuando aman lo
que están haciendo. Así es Sergio Peris-Mencheta y ha sido más que
un placer descubrir los entresijos de su trabajo en Julio César que
estrena hoy a las 21:00 en el Festival de Teatro de Málaga.
P:
¿Qué
tiene esta obra que no contengan otros montajes que se han podido
hacer o incluso que se pueda diferenciar, también de la memoria del
espectador, de películas que se han hecho?
Sergio:
La
seña de identidad de un escenógrafo que sabe mucho de Shakespeare,
que ha hecho estudios de Shakespeare y que le entiende como un autor
contemporáneo. Somos ochos hombres de unos veintitantos que suelen
tener las obras de Shakespeare y dura una hora y media raspadita. Y
luego tiene un lenguaje claro y poco floritueado y la versión de
Ángel Luis-Pujante es una versión bastante directa del texto. Yo
diría esos puntos, pero principalmente que el escenógrafo ha dejado
su faceta en favor de los actores y de la palabra.
P:
¿Cuales
fueron las indicaciones que te hicieron para interpretar tu Marco
Antonio?
S:
El
director,
Paco
Azorín, nos ha dado bastante manga ancha, nos deja que confiemos
bastante en nuestro instinto y eso se agradece. Hemos hecho el
trabajo muy en equipo y confiando todos en la propuesta de Paco. El
cuadro estaba pintado antes de salir a ensayar, por así decirlo.
Cuando ensayas, te ayuda más a no salirte del carro que a decirte
por dónde tienes que ir. El eligió a un grupo de actores que
comulgara con su idea de los personajes. Tiene al elenco que él
quiere. No le ha hecho falta apuntalar el trabajo de los actores si
no que ha sido más bien un trabajo en libertad.
P:
¿Cuanto
tardaste en decír que sí a participar, dos segundos, quizás?
S:
Yo
le dije que sí hace ocho años. No pude decirle que no ahora que ya
había conseguido el proyecto. Le dije: “sí lo tienes, vamos a por
ello”
P:
En la obra dices: “Este era un César, ¿cuando habrá otro igual?.
Para mí, como espectadora, me asombra, que esa misma frase la puedo
decir actualmente. Se hablaba de la manipulación verbal y aunque sea
un texto clásico, se puede adaptar a tiempos actuales. Es que
asusta. Tiranía, demagogia, corrupción...
S:
Asusta
que hayamos aprendido tan poco, ¿no?. Que sigamos cometiendo los
mismos errores y que se siga sustentando este estado en el que
vivimos, un patriarcado hecho por y para el hombre. A pesar de los
movimientos feministas y de la liberarización de la mujer, creo que
se sigue relegando a la mujer en un segundo plano cuando el mundo
estaría más sano si fuera la mujer la que mandara. Y no lo digo por
peloteo, es que realmente lo pienso. Creo que estamos en un mundo que
se rige por la competitividad y la ley del más fuerte y no la parte
de empatizar con el otro. Eso considero que forma parte del estado
patriarcal. Incluso las mujeres que se dedican a la política, se han
buscado el papel de los hombres, pocas veces ves a una política que
hable con energía femenina, parece que tiene que interpretar el
papel del hombre para ejercer el poder. Da vértigo no sólo pensar
que Shakespeare escribió esto hace cuatro siglos si no que esto
pasara hace veinte, que sigamos vivimos en este mundo y las cosas no
hayan cambiado. Para eso están los clásicos, para que nos
acojonemos un poco, el teatro está para movilizar conciencias y te
guste más o menos la propuesta, si ya en tiempos de Shakespeare se
explicaba esto y que esto pasaba hace veinte siglos.
P:
Mirando
el dossier de la obra, he visto que os habéis preocupado en hacer un
marketing muy cuidado en cuanto a los trailers e imágenes de la
obra. Actualmente, es otro punto que a lo mejor hace años, no había
que trabajar de una manera tan elaborada, ¿no?
S:
Además
se encarga, Pedro Chamizo, uno de los actores que además es
productor y se encarga de la venta proactiva de los sitios donde
actuamos. Y además va reinventando los trailers y las fotos y
aspectos de la función a medida que vamos haciendo bolos. Va a hacer
en abril un año de periplo y no ha parado de renovarse a sí mismo.
Estamos en un momento en que toca eso, no está la teta de la vaca
Estado para ayudarnos con las subvenciones si no que hay que buscarse
un poco la vida e intentar ser pluriempleado de uno mismo.
P:
¿Viste
la entrevista del ministro de cultura, Wert, que le hizo Ana Pastor?
S:
Tengo
la sensación de que tontos no son, si deciden ir al programa de Ana
Pastor a hacer una entrevista es porque va más preparado que Ana
Pastor. Hasta ese punto, yo creo que es de los más listos y es de
los peores, pero de los más listos que hay en el actual Gobierno. Yo
creo que con Évole no se atreve.
P:
Entonces
¿“Cuando el Parlamento es un teatro, es tarea del Teatro ser el
Parlamento” ?
S:
Creo
profundamente en esa frase. Tener un altavoz donde poder desahogarte
de manera constructiva, no solamente a través de las redes sociales
o a través de quemar contenedores, si no despertando conciencias. Mi
terreno para hacer esto es el teatro, no conozco otro ni sé de otro.
Nunca he dirigido cine ni tampoco televisión, como lo que sé
dirigir es teatro por eso trato de hacerlo.
P:
¿Crees
que seguimos sin mojarnos los de nuestra generación, que tenemos ese
corazón impermeable?
S:
Yo
me refería a mucha gente de la profesión. Estaba hablando de
actores jóvenes de entre 20 y 40 años (que cada vez se va ampliando
más el ámbito de joven, cada vez que cumplo años voy ampliando, de
20 a 30 era antes). Era entonar el mea culpa, como parte del asunto.
Durante mucho tiempo, me he mojado lo justo, más que por miedo por
pereza y por pensar que ya no me iba a servir para nada. De repente,
conoces a gente que te hace cambiar de opinión en cuanto a tu
activismo, yo llevo ocho años haciéndolo aunque haya llamado más
la atención en un momento en concreto que en otro. En mi caso, era
más una especie de despertar a tantos amigos que tengo en esta
profesión que se mojan poco, que era la oportunidad de hacerlo
teniendo el altavoz para poder hacerlo y el medio donde poder
expresarlo. El momento de recoger un premio es tan bueno como
cualquier otro o incluso mejor que hablar de lo maravilloso que ha
sido recoger el premio si no hablar de lo que me gusta y en ese caso
era una llamada al ministro pero también a los actores de mi
generación que tienen muchos seguidores en las redes sociales y no
se pronuncian y se ponen una foto de su batido o el próximo cartel
de sus películas.
P:
Viendo
y alegrándome por todos los trabajos que estás realizando en todas
las disciplinas artísticas, mi pregunta no es la típica de cómo
puedes llevar todo adelante porque lo que quiere un actor es trabajar
pero sí qué es lo que más te cuesta para llevar todo este trabajo
adelante.
S:
Quizás
que no se te pase la vida con tonterías. Recordar cada equis tiempo
porqué decidiste ser actor. El mundo en el que estamos y vivimos y
tal y como se plantea esta profesión es muy esquizofrénica. Llega
un momento que se confunde el actor con el personaje. Que se confunde
el trozo de carne, por así decirlo, con la razón real por la que tú
decides ser actor. A mí me sigue costando tener la suficiente
claridad de pensamiento de decir que no cuando toca decir que no.
P:
Entre
esos trabajos, no te divorcias de Shakespeare y este fin de semana se
estrena “Tempestad” en Sevilla, que cuenta con tu labor como
director, ni tampoco te divorcias de contar solo con reparto
masculino, bueno contando con Quique Fernández como Miranda.
S:
Empecé
con Incrementum
que era una obra con siete mujeres, luego hice Tempestad
para
compensar, luego hice Un
trozo invisible de este mundo que
es un hombre y una mujer y ahora con Julio
César no
he decido yo que seamos solo hombres. De hecho, yo habría hecho un
Shakespeare sólo con mujeres y todas con nariz de payaso, incluso.
P:
Me pongo a tus pies ante Un
trozo invisible de este mundo
porque fue de lo que más me impresionó el año pasado e hiciste un
trabajo magnífico con Juan Diego Botto.
S:
Hicimos
un buen tándem y eso que no nos conocíamos de antes. Ha sido uno de
mis despertadores y de los mejores maestros que me he encontrado en
estos años. Es un autentico chaman, aunque el no lo sepa.
P:
Al
hablar de Sergio Peris-Mencheta con personas que conocen tu
trayectoria, la mayoría te han catalogado como el personaje
destacado hoy día en el mundo del teatro contemporáneo, ¿cómo te
sienta?
S:
Yo
vivo el momento al momento. Cuando la palabra “personaje”, que es
una palabra lógica, se impone a uno le da un poco de repelús pero
lo que si te puedo garantizar, por ejemplo, el otro día me paró un
policía por la calle y me dijo: “Muchas gracias por el discurso”
Y me llevé una gran alegría, me ha pasado varias veces de gente que
ha visto el discurso y digamos que estoy mucho más orgulloso de que
se me pare por la calle por un posicionamiento frente a lo que
estamos viviendo, al estado anestesiado de falsa comodidad a que me
digan “Dani” el de Al
salir de clase o
el de Isabel.
Entre
las anécdotas de Julio
César me
cuenta que tarda tanto en aparecer en escena que su primo cuando fue
a verle a una de las funciones se pensaba que ya no salía. Tarde lo
que tarde, lo cierto es que llena el escenario y las entrevistas con
su sinceridad y su entrega y lo va a seguir demostrando en todos los
retos que se proponga.
JULIO CÉSAR
miércoles, 15 enero, 21.00 h.
De
William Shakespeare
Traducción Ángel-Luis Pujante
Versión y dirección Paco Azorín
Con Mario Gas, Sergio Peris-Mencheta, Tristán Ulloa,
José Luis Alcobendas, Agus Ruiz, Pau Cólera,
Carlos Martos y Pedro Chamizo
duración 1.35 h. (s/i)
Traducción Ángel-Luis Pujante
Versión y dirección Paco Azorín
Con Mario Gas, Sergio Peris-Mencheta, Tristán Ulloa,
José Luis Alcobendas, Agus Ruiz, Pau Cólera,
Carlos Martos y Pedro Chamizo
duración 1.35 h. (s/i)
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