sábado, enero 25, 2014

Previa "El veneno del teatro" con entrevistas a Daniel Freire y Miguel Ángel Solá


A mi me daba miedo mi personaje, tenía muchas dificultades para abordarlo en los ensayos y poco a poco lo fuimos cogiendo

Dos personajes se encuentran en un palacio donde uno de ellos someterá a un terrible juego experimental al otro mientras el público es partícipe y consciente de ese abuso de poder. Una angustia teatral dirigida por Mario Gas donde sus dos actores protagonistas, Daniel Freire y Miguel Ángel Solá, nos hablan de este “Veneno del teatro” que promete ser adictivo.

El Club Express: Salvando las distancias, leyendo un poco la sinopsis da la impresión de ser un reto teatral como esa película “La huella” con Laurence Olivier y Michael Caine

Daniel Freire: Es una obra un poco más pequeña pero que se conentra más sobre un juego macabro que plantea uno de los personajes al otro sin que el otro conozca las reglas de ese juego. Ese juego va ilusionando al otro personaje con un posible desenlace que en realidad no es lo que el otro ilusiona si no otra cosa.

El Club Express: Tu personaje dice “cuando se actúa llega el momento en que no se distingue donde empieza y donde acaba la ficción”

Daniel Freire: Quizás si uno no mira con atención no sabría distinguir donde termina la ficción. El camino del arte ha sido así. Siempre está como apoyado en determinados postes que sostienen su forma de decir la verdad pero que se apoya, a la vez, en la forma de ser la realidad. Entonces, hay como vericuetos que sirven para distinguir el arte de la realidad pero los puntos de partida que dividen a una y otra están como muy cercanos. Todos, por diferentes circunstancias, nos damos a los demás porque queremos que el otro se sienta bien acogido, entonces exageramos nuestra forma de recibimiento porque queremos que el otro entienda que cuando yo estoy enfadado con lo que ha ocurrido, a veces sobredimensionamos nuestro enojo para que de alguna manera, son pequeños datos, de una actuación cotidiana que hacemos para mantener, como dice el personaje de el Señor, nuestro estatus social.

Daniel me aclara que Mario Gas adaptó la obra en periodo de entreguerras y que, en ningún momento, se sabe como se llama el actor ni como se llama el Señor. Es un juego, un enfrentamiento, entre dos entes. El arte encarnado en el actor y el poder encarnado en el Señor.

El Club Express: Da también la impresión de que os va a encantar jugar con el espectador

Daniel Freire: La obra es muy cortita, dura una hora, pero es muy intensa. Al espectador se le pide un compromiso intelectual, por un lado, porque todo el discurso que se va armando es, por momentos, filosófico. Por ejemplo, si el hombre es bueno por naturaleza o no lo es. Y por otro, un compromiso emocional constante porque lo que está viendo es un horror y además la obra le obliga a ser testigo directo y cómplice de lo que ocurre allí arriba. En muchos momentos, se rompe la cuarta pared y se habla directamente al público. El espectador se queda como testigo de lo que está ocurriendo en el escenario que no es nada agradable.

La intensidad es tal que Daniel me explica que hay un silencio subrayado por Mario Gas cuando se acaba la obra que se apaga la luz, entra una música y hasta que esa música se mezcla con otra y esa canción aparece como segunda instancia, no se vuelve a encender la luz. Después de todo este silencio y oscuro final, el público lo ha vivido en silencio y no sabe si tiene que aplaudir o no. El público está superado. Cuando arranca el aplauso es casi histérico y catártico, como si quisiera quitarse de encima lo que acaba de ocurrir. Un aplauso muy potente.

El Club Express: Destacan en las reseñas que he podido leer de la obra, tu trabajo físico, ¿por qué razón?

Daniel Freire: El autor, con acierto, tiene dos personajes que son antagónicos. Uno es el que maneja lo intelectual y que plantea el juego y ejerce el poder y el otro exige una actitud más compleja y más física. Porque lo que le ocurre, él no lo puede intelectualizar y porque lo va sintiendo en el cuerpo. Uno es el que tiene una construcción muy lineal pero es el que maneja los hilos de lo que ocurre ahí abajo y el otro es la marioneta de estos hilos. Yo soy ese títere que debe bailar, por eso hay más exigencia física.

El Club Express: Que diferentes satisfacciones personales has tenido en cada función que haces con Miguel Angel Solá y el haber sido dirigido por Mario Gas, mi Julio César particular

Daniel Freire: Satisfacciones son todos los días. La obra está muy viva. Tratamos de respetar una línea y una marca trabajada con Mario. Los ensayos fueron muy complejos, a mi me daba miedo mi personaje, tenía muchas dificultades para abordarlo y poco a poco lo fuimos cogiendo. Mis primeras satisfacciones fueron en los ensayos y luego dando saltos de calidad a través de este personaje encontrando sus tonos y sus agudos. Pero en el proceso de funciones, lo más interesante es la forma de estar viva la obra. Hay algo improvisado en todo este tiempo, si bien los dos sabemos donde vamos y si uno se le olvida el texto, el otro le puede tirar porque nos los sabemos, hay una actitud viva que el otro siempre se sorprende por algo. Llevamos ya año casi y medio de funciones y hay sorpresas constantemente. A veces en cosas imperceptibles como el tono de una palabra. Pero es porque es la única manera de hacer creíble esto que estamos viviendo.

El Club Express: Eres un actor que te mueves en muchos terrenos culturales, incluso en el del cortometraje donde has colaborado con un cineasta malagueño que es Jose Diego Santiago

Daniel Freire: Me motivan porque yo aprendo constantemente. No importa la sabiduría que tenga el que está a mi lado o frente a la cámara porque aprendo de esa práctica. Aprendo como colocarme frente a la cámara o cómo buscar la luz sin que se note. Los cortos son el trabajo sobre el aprendizaje. Y participar en esto también permite que se abran puertas, el día de mañana si estos directores que han hecho un corto conmigo, van a hacer su largo espero que piensen en mi nombre para alguno de sus personajes. Entonces, también es una inversión, como cada cosa que uno hace en la vida, a veces te puede salir bien y otras mal.

El veneno del teatro” se podrá ver el próximo miércoles 29 de enero a las 21:00 en el Teatro Cervantes. Y aunque no se pueda contar mucho de las grandes sorpresas que nos esperan en esta obra tan intensa, vamos a intentar escudriñar algunos detalles con la ayuda, ahora, de Miguel Ángel Solá.


Sólo los enfermos pueden jugar de la manera que juega mi personaje con el ser humano.

El Club Express: Supongo que el que es espectador va a haber diferenciadas esas dos maneras de escuela de interpretación que representáis, y quizás sea un texto muy especial para quienes vayan a veros y sean actores o directores

Miguel Ángel Solá: Lo que nos ha pasado en todo este tiempo es una especie de evolución de la gente del medio muy importante. Los estudiantes de teatro que vinieron, por ejemplo, en una función que hicimos en Sevilla fue una fiesta. Lo estaban absorbiendo todo, no se querían perder detalle y no les daba tiempo para hacer otra cosa que no fuera estar allí metidos en la obra y se produce una cosa muy fuerte. Un público general de teatro ve buen teatro pero además les queda el ámbito de la reflexión del punto de vista de la situación de la vida de cada uno ante el poder.

El Club Express: ¿Cual es la intención que queréis que el espectador sienta al ver la obra?

Miguel Ángel Solá: Lo que más se nota en la obra es las ganas de contar cuan expuestos estamos a través de nuestras necesidades, nuestras ilusiones y nuestras esperanzas. No es sólo esperar que una persona sea amable con un invitado si no que además lo beneficie. La intención es abrir los ojos y ser victima propiciatoria de determinadas circunstancias.

El Club Express: Tu personaje, ¿es malvado o es enfermizo?

Miguel Ángel Solá: Mi personaje es un señor que tiene una alta cuota de impunidad, una forma de mandar muy explícita y si, además, está enfermo. Sólo los enfermos pueden jugar de la manera que juega este hombre con el ser humano.

El Club Express: Algo que creo que ayuda a que la intensidad del diálogo vuestro crezca es el juego de luces, ¿no?

Miguel Ángel Solá: El juego de luces es fantástico. Es maravilloso lo que ha hecho Juan Cornejo y el técnico con todo ese andamiaje. Estéticamente la obra es impecable. Yo he visto de afuera muchas imágenes y estéticamente es muy fuerte la obra

El Club Express: ¿El veneno del teatro podría ser el ministro de Cultura, el ministro Wert?

Miguel Ángel Solá: No hace lo posible para que el teatro viva. Al teatro lo está matando ese 21% de IVA y a todas las compañías, sobre todo a las pequeñas pero a casi todas. De las medianas solo quedan dos o tres muy importantes, que se subvencionan por otras o por otros lados. Es muy difícil sacar el teatro con estas imposiciones económicas.

El Club Express: Háblame de una producción que vamos a tener también la próxima semana en el Teatro Alameda que es “El diario de Adán y Eva” que tú diriges y que yo como amante de la radio creo que voy a disfrutar mucho

Miguel Ángel Solá: La obra es preciosa. Son tres historias de amor. Los protagonistas del ciclo radial, Adán y Eva, que se despiden después de seis años que presentaban joyas de la literatura una vez por semana. Hay también una historia de amor oculta que es la de ellos dos y otra historia de amor que es la de la periodista que entrevista al único que queda vivo de ellos dos, 40 años después. Se cuenta tanto la visión divertida y piadosa del hombre y la mujer. Su primer encuentro como el paso del tiempo en una persona que ha llegado a adulta sin adulterarse. La hice diez años como actor y ahora la dirijo. Fernando y Ana están fantásticos. Hacen unos trabajos muy diferentes a los que hacíamos nosotros. Estoy muy contento con el resultado.

Mucho teatro el que nos sigue quedando en este Festival y ya ven que también en otro tipo de perspectivas. Así que decídanse a probar todos estos venenos del teatro porque no les va a acarrear, seguro, ninguna mala consecuencia.


EL VENENO DEL TEATRO

miércoles, 29 enero, 21.00 h.

Concha Busto Producción y Distribución

De Rodolf Sirera
Versión José María Rodríguez Méndez
Con Miguel Ángel Solá y Daniel Freire
Música Orestes Gas
Dirección Mario Gas

> duración 1.05 h. (s/i)
Precios
A 20€ B 15€ C 11€ D 6€

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