miércoles, marzo 26, 2014

Quinta Jornada del Festival de Cine - "El oro del tiempo"

CUANDO SE ENAMORA DE ELLA, NO ES LO QUE NECESITA, ES LO QUE NO PUEDE ALCANZAR

En esta edición del Festival de Cine Español de Málaga, quizás la película más complicada de entender sea “El oro del tiempo”. Una producción gallega que trata un tema complicado de entender cómo es la necesidad de una persona de conservar de manera criogenizada el cuerpo de su mujer. Apuesta arriesgada que marca la diferencia pero que, sin embargo, considero que no va a tener fortuna en cuanto a los reconocimientos se refiere.



En esta ocasión pudimos reunirnos en la terraza del Hotel Málaga Palacio con el director, Xavier Bermúdez y los actores, Ernesto Chao, Nerea Barros y Marta Larralde en una entrevista muy agradable que me hubiera encantado que escucharan las personas que se quedaron muy desconcertadas con el planteamiento que expresa esta historia.

P: ¿Cómo va a entender el público que una persona pueda tener a un ser querido criogenizado en su hogar?

Xavier: Pues es real. Salió en una noticia de prensa en la que un médico francés criogeniza a su mujer a la muerte prematura de esta, a los 30 años. Esta práctica se está haciendo habitualmente en Estados Unidos e Inglaterra hasta donde yo sé. En el resto de Europa, está prohibida. Pero en Francia se prohibió a raíz de este caso que nos dio idea de hacer la película. En España se puede hacer clandestinamente, es un supuesto de partida donde un hombre hace esto en España y que puede ser factible y no hay que descartar que lo haga, sobre todo un médico que le es fácil, en aquellos tiempos podía ser más fácil fingir un entierro y tener en esta especie de nevera a su mujer, de hecho, el artefacto es una copia prácticamente exacta de la que usaba el médico francés. Vimos fotos porque no sabíamos la forma que tenía que tener. En Estados Unidos, por ejemplo, están verticales y les meten una especie de líquido que les tiene que cubrir y para asegurarse que les cubre del todo y que eso nunca mengua, los tienen en posición vertical. Hay que aceptar este punto de partida, la cuestión es que pasa después, cuales son sus sentimientos, no se trata tanto de la anécdota como de los sentimientos que entran en juego en una situación así.


P: Una de las cosas importantes de tu papel, Ernesto, es la evolución del personajes

Ernesto: El personaje tiene una evolución que creo que está muy clara. Al principio, es un ser retraído, introvertido y que no ve otra cosa. Esta chica lo cuida, le da de comer pero ni se fija en ella. Hasta que su hijo le comenta que es guapa y a partir de ahí, empieza a descubrirla. Esto coincide con un momento de desesperanza que le entra a él como médico al ver que la ciencia no avanza, que va a ser imposible resucitar a su mujer, entonces estos procesos van en paralelo. Por un lado, su desesperanza y por otro su “enamoramiento” de otra mujer. No es lo que necesita, es lo que no puede alcanzar.



P: ¿Como trabajasteis la relación entre el protagonista y la mujer que está con él en casa pero que convive como si fuera un mueble más hasta convertirse en una compañera para tomar copas?

Nerea: A Xavier le gusta mucho el aquí y el ahora, tanto en la película como rodando. A Ernesto le admiro desde que era pequeña a él y a su mujer, no lo conocía ni hablamos antes de la película y realmente evolucionó la relación entre ellos. Ellos comen separados porque aunque es una casa, es un trabajo de una profesional y otro profesional. Él es médico, ella es enfermera, ella, en teoría, esta allí para ayudarle con las consultas pero decide que puede ganar más dinero y pillarse un par de meses de vacaciones, limpiando y cuidando todo lo que hay en esa casa pero ella lo ve como algo muy normal, como tener una familia y una casa pero desde el punto de vista profesional. Aparte que él ejerce una distancia y ella también. Pero ella le está observando y lo quiere, hay mucho amor desde el principio, que le quite la sal, es amor. Es difícil de llevar como dice su hijo, no te puedo controlar ni yo y viene una chica que no conocemos de nada y de repente, la está poniendo a andar y le haces caso. En eso también cambia porque ella al ponerse enferma, llega un momento que está tan pachucha que necesita que alguien la cuide cuando es ella la cuidadora y ahí se cambian los roles realmente y ahí es cuando va entrando en la intimidad del otro, empieza otro tipo de relación mucho más cercana.




P: Y el personaje de Marta, es fundamental para entender al protagonista

Marta: Yo la verdad es que no soy muy consciente.

Ernesto: En una de las escenas, nos miramos sin conocernos y hubo una conexión que a mi me sirvió muchísimo para el resto de la película. Yo todavía no había empezado a rodar. Esa mirada con Marta la tuve toda la película presente.

P: ¿Como director te percataste que iban a tener esa conexión desde el principio?

Xavier: No, no sabía que Nerea era seguidora de Ernesto. Conociéndoles por separado no me salía ninguna duda de que iban a poder hacer lo que tenían que hacer. Siempre ayuda la conexión que hay entre los actores tanto si es buena como si es mala.

Ernesto: Manolo Cortés que es el actor que hace el papel de mi hijo, lo conozco de hace muchos años pero nunca habíamos trabajado juntos y, sin embargo, entablamos una conexión que realmente yo me quedé asombrado en cámara los dos juntos porque parecemos padre e hijo

P: ¿Qué pretendes que el espectador se lleve de la película?

Xavier:
Sobre todo que salga con dudas y con ganas de pensar en ellas. Y que recuerde determinadas situaciones de la película. Una película tiene que producir placer o emoción mientras la estás viendo pero tiene que servir también para ser recordada. Yo creo que tiene elementos para, sin querer, de cuando en cuando, se pueda acordar de alguno de los momentos de la película. Sobre todo, no dar ninguna idea de como tiene que ser el amor y crear dudas y ganas de vivir. Ganas de pasar por situaciones que aunque no sean iguales, tengan su conflicto como es la vida.




P: Hay escenas que no gesticulas apenas y que nos cuesta saber qué piensa el protagonistas

Ernesto: Es un trabajo muy interiorizado. Aquí la consigna era dar lo menos posible para dar lo más posible. Hay una economía gestual tremenda.

Nerea: Es la maravilla del cine y del objetivo de la cámara. A mi hay algo que me encanta de Xavier y de sus películas que es que él trabaja a ese nivel. Se mete en cosas que la gente no quiere escuchar y que existen y que son verdad. Habla desde un tempo y una tranquilidad pero con combustión interna.

Ernesto: Las escenas son tan cotidianas que incluso las más potentes, lo hace con la mayor sencillez. No necesita más. Para mi, Xavier Bermúdez, es el Chejov galego.

P: Xavier, ¿Cómo ves el Festival después de haber pasado en el 2004 y 2008?

Xavier: Me da la impresión de que se ha vuelto más plural. Y de registro cinematográfico. Parecía desde los últimos años desde fuera que estaba enfocado a un determinado tipo de cine y ahora parece que hay una variación mayor que es muy de agradecer

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