jueves, mayo 29, 2014

Presidenta del club defensor de las comedias románticas (de antes)

Este artículo está inspirado en una conversación reciente con mi amigo, el actor, Noé Lifona. En ella, recordábamos esas comedias románticas que nos entusiasmaron, sobretodo, por sus diálogos míticos que estoy como loca por reproducir en su voz cuando consigamos tener nuestra emisora de radio soñada. (De hecho, aunque empezamos con fragmentos teatrales, mi idea principal era llegar a estos momentos peliculeros para derretirme en los micrófonos con sus voces)

El hecho es que noté que él las sentía igual que cuando yo las ví en mi adolescencia. Lo que siempre se les critica es su falta de conexión con la realidad y que resultan repetitivas. Concepto que entiendo que llegue a sus detractores pero en mi caso, y sé que en el de muchos y muchas que las recuerdan también, eso no era lo más destacado y lo principal. Esas películas cumplían mi misión cinematográfica de evadirme del mundanal ruido. De soñar. De ponerme en el lugar de esas actrices deseando que me dijeran esas frases y quedarme con una expresión perpleja de felicidad. De pasear por esos rincones donde sólo se pueden expresar esas frases de amor. De tener una relación loca con tu mejor amigo o el chico con el que todos saben que vas a acabar al final, que tenga esa confianza y ese descaro y que, al final, sucumba en un romance. De las canciones perfectas que envuelven esas historias. De que me saquen a bailar aunque los dos no sepan. Y, en definitiva, de entrar en esa locura sin fin que me han regalado los mejores momentos en una sala de cine.

Muchas de ellas, son de mis favoritas, por culpa de mi grandullón. A partir de los 14 años, cada fin de semana alternábamos para elegir qué película veíamos los dos y era muy curioso. Yo siempre buscaba las que él le fueran a gustar y viceversa (excepto con la reposición en el 97 de “La guerra de las galaxias” que está la eligió sin duda sabiendo que no iba a escoger nunca una peli que consideraba de marcianitos y menos mal, que insistió). Así que mis comedias románticas las disfrutaba con él. Y digo disfrutar de verdad, las elegía por mí, pero nos encantaban, siempre salíamos con eso de vaya peli más tonta pero qué bien nos lo hemos pasado y siempre recordábamos escenas. Se reía muchísimo con ellas y mucho más con las comedias, en los que nuestros gustos siempre fueron muy particulares y casi ninguna cumplía con lo que nos interesaba. Para eso, nos poníamos “La vida de Brian” en casa o simplemente recuerdo sus mejores carcajadas con “Airbag” y “Chá chá chá” y pocas más.

Así que lo que me he decidido hacer es un ranking de mis 10 favoritas con el fin de querer conseguir lo mismo que me ha pasado buscándolas, que las recordéis, esbocéis vuestra mejor sonrisa y que añadáis las que os falten. Sólo he incluido diez, para que no sea un listado eterno, y se me han quedado fuera bastantes. Estas son las elegidas:

10. LA CASA DEL LAGO (2006)
Sandra Bullock y Keanu Reeves

Esta fue una vuelta atrás a tantas comedias con las que había disfrutado. En realidad, se acerca más al drama que a la comedia romántica, pero las echaba tanto de menos que me acercaron con sus miradas y esa imposibilidad de verse por esos momentos en el tiempo diferentes que esa casa les determinaba. Iba a poner “Mientras dormías” pero en este baile encontré mucha más verdad que en esa relación con Bill Pullman. Y sí, seguiré defendiendo a Sandra Bullock, a Keanu menos que parece propenso a hacer cosas cada vez más raras, ¡ vuelve con Sandra !


 
9. LA BODA DE MI MEJOR AMIGO (1997)
Julia Roberts, Dermot Mulroney y Cameron Díaz

Esta ha sido de las pocas que he ido a ver dos veces y no por voluntad fanática. Una por mi grandullón y otra porque mis amigas querían verla y no las convencí por ir a ver otra a pesar de repetir una y otra vez que ya la había visto. Me gusta el comienzo con esa canción tan pegadiza, me gusta esa tensión nerviosa de Julia volviéndose majarona perdida intentando ridiculizar a Cameron Díaz, me gusta la escena del karaoke, la de la gelatina y el crèmè brulè que no logró encontrar, la confesión y la sorpresiva parte final. Como no, me gusta Rupert Everett cantando ese “I say litle prayer for fou”. Esos móviles ladrillo que empiezan a hacer furor en las películas. Y me gusta este “y si...” donde los dos no se dicen nada y con el baile posterior que no sale en el vídeo, se dicen tanto...


 
8. CUANDO HARRY ENCONTRÓ A SALLY (1989)
Billy Cristal y Meg Ryan

Hay mucho más que la famosa escena parodiada del orgasmo. Hay diálogos brillantes. Un amigo que no vas a tener así en la vida. La dirección de Rob Reiner y el guión de Nora Ephron. Meg Ryan recuerdo que era guapa. Billy Cristal no me pegaba ni con cola, hasta que empezaron a discutir en la primera escena. Y adoro esta película por esta confesión en Nochevieja


 
7. UNA CUESTIÓN DE TIEMPO (2013)
Domhnall Gleeson y Rachel McAdams

La gran sorpresa actual en cuanto a comedias románticas se refiere. Aunque no me debería extrañar tanto estando Richard Curtis a la dirección. Recuperé mi sonrisilla tonta sobretodo con el protagonista y las decisiones que toma por mejorar la vida de la chica a la que quiere. Todo lo hace por ella. Por el vestuario de Rachel McAdams que lo quiero todo para mi (vestido rojo más que nada). Porque respeta la filosofía de historia tonta rodeada de entrañabilidad. Porque el actor de nombre impronunciable es un Hugh Grant con mejor dotes de actuación y más creíble. Porque es un amor. Por la banda sonora maravillosa. Y por las explicaciones finales de para qué va a usar ese armario que le atrasa en el tiempo al momento que él elija


 
6. NOTTING HILL (1999)
Julia Roberts y Hugh Grant

Sí. Lo primero que hice al pisar Londres fue ir a la librería, donde ya no venden guías de turismo, sino que hay una librera que está hasta las narices de que la visiten por la película pero por otro lado, si no hubiera película, ¿quién sabe ni que existe?. En fin, le perdono porque le encontró un libro de Lego ideal a Carlos. Me gusta el papel tonto tímido de Hugh Grant. Que salgan Rhys Efans y Lord Grantham de “Downton Abbey”. Me gusta la banda sonora. El parque donde leen. La dulzura del rostro de Julia cuando conoce a la familia de Hugh. Su cara también cuando sale del mundo artístico y puede disfrutar. Y ese “solo soy una chica delante de un chico pidiéndole que la quiera”


 
5. LOVE ACTUALLY (2003)
Pechá de gente

Por Richard Curtis again. Porque recuerdo que mi grandullón lloró con el niño y con otras parejas infelices pero no viene al caso. Porque no nos reímos con el pesado de Mr.Bean. Por Billy Nighy again. Por el gran Alan Rickman. Porque se salía de lo original y lo corriente. Porque todas las historias tenían un sentido especial y no había ninguna descartable. ¡Sale Martin Freeman! (en la escena de los actores porno). Tengo que volver a verla. Por la canción “Christmas all around”. Y por los carteles


 
4. JERRY MAGUIRE (1996)
Tom Cruise y Renee Zellweger

¡Qué injusticia que este hombre se quedara sin el Oscar! ¡Bárbaro en esta película! Se sigue demostrando que la Lawrence es una copia barata de la bollos original Sellweger. El niño es adorable. Comienza el ciclo de niños adorables. Enséñame la pasta. Bolsa de peces. Ternura. Riesgo. Dulzura. Banda sonora “Secret Garden” de Bruce Springsteen. No tengo el doblaje en español pero os pongo la transcripción y la escena en inglés de lo mejor de lo mejor. Ya me ganaste con el “Hola”


Jerry Maguire
Tom Cruise (Jerry): Hola. Hola. Busco a mi esposa

Espera. Ok, Ok. Ok. Si aquí es donde tiene que pasar, aquí pasará. No te dejaré deshacerte de mi. ¿Qué tal? Esto solía ser mi especialidad. Ya sabes, Yo era bueno en la sala. Ellos me enviarian ahí, yo lo haría solo. Y ahora yo... Yo no se. Pero esta noche, nuestro pequeño proyecto, nuestra empresa, tuvo una gran noche. Una gran, gran noche. Pero no estaba completa, no estaba ni cerca de estarlo, porque no pude compartirla contigo. No pude escuchar tu voz, o reir sobre ello contigo. Extraño a mi esposa. Vivimos en un mundo cínico, un mundo cínico, cínico, y trabajamos en un negocio de competidores duros. Te amo. Tu me completas. Y yo sólo...


Renee Zellweger (Dorothy): Cállate, sólo cállate, me tenías desde el hola. 

 
3. PERSIGUIENDO A AMY (1997)
Ben Affleck y Joey Laurie Adams

Odiaba esta película porque era la favorita de un ex y me recordaba a él. Mi amor actual adora a su director, Kevin Smith, y me obliga de nuevo a verla. Ya la puedo ver siempre. Lo que hace después, excepto con “Jersey Girl” (¿veis, niña adorable?), sigue sin gustarme. Sorprendente. Más coloquial. Y ese monólogo de Ben Affleck, aunque no fuera la persona indicada, me lo dijeron. Ahora espero que el siguiente en el futuro sea de verdad. Obviando esto, es una declaración emocionante de principio a fin y yo no sé como ella puede poner todo el rato ese rostro de enfado


 
2. ALGO PARA RECORDAR (1993)
Tom Hanks y Meg Ryan

Mi tándem favorito y mi directora favorita, Nora Ephron. Niño adorable. Tensión hasta el final. ¿Otra vez Bill Pullman?. Tu y yo. Cuando estuve en Nueva York, subí al Empire State prácticamente al mismo momento que en la película. Meg Ryan guapa. Cómo la recuerdo, ahora no existe. Y la radio. ¿Una premonición?. Quizás porque siempre decía que yo hubiera aprovechado más la llamada de Tom Hanks. En la escena falta esa maravillosa respuesta de ¿Qué tenía de especial su esposa? ¿Cuanto dura su programa?. ¡Quiero entrevistar a alguien así!


 
1. TIENES UN EMAIL (1998)
Tom Hanks y Meg Ryan

Me repito con mi tándem. Lo sé, es una copia de “El bazar de las sorpresas”. Me da igual. La tienda de la vuelta de la esquina. Las margaritas y el resfriado. Deletrea F O X. Somewhere over the rainbow. El perro. Cuando él se da cuenta quién es ella y hace todo tipo de artimañas para desestabilizarla y llevarla como quiere. Por ese final. Por Nueva York. Por las risas de mi grandullón. Porque nunca me olvido de esta película cuando nombro mis favoritas. Porque es la única donde una pareja corta sin malos rollos y con todo tipo de entendimiento. Por Greg Kinnear. Por Starbucks. Por el caviar que sólo coge Tom Hanks del plato. Por esas ventanas de email antiguas y entrañables. Por Kathleen Kelly y Joe Fox. Por Meg Ryan guapa, guapa, guapa, que ahora no es de verdad. Por Tom Hanks y cómo la engaña y cómo quiero que me engañe a mí. Por cómo echo de menos a Nora Ephron. Porque siempre le agradeceré que me diera esta película. Y los vestidos de Meg Ryan. Y porque cuando vi por primera vez esta secuencia entendí su frase de ¿Qué tienen los hombres con “El Padrino”?


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