viernes, junio 20, 2014

Entrevista Arturo Díez Boscovich - Los Miserables

YO TE PUEDO ASEGURAR QUE TAL Y COMO ESTÁ PLANTEADO UN MUSICAL COMO LOS MISERABLES, DESDE EL SEGUNDO 1 EL PÚBLICO ESTÁ DENTRO DE LA HISTORIA


Sorprende su tranquilidad ante el gran estreno en su ciudad natal pero a la vez cerciora su profesionalidad ante un montaje en el que confía y que sabe que va a emocionar los malagueños que decidan verlo desde el viernes 20 de Junio hasta el domingo 20 de Julio. Arturo Díez Boscovich evocará desde el foso la dirección musical de “Los Miserables”, una producción que nada tiene que envidiar a las que se programan fuera de nuestro país y que cuenta con un elenco que va a emocionar a los espectadores del Teatro Cervantes. Así nos lo ha transmitido en esta entrevista.

P: Cualquiera en su profesión tiene su sueño y su meta a alcanzar, ¿podemos decir que tú has cumplido el tuyo?

Arturo Díez Boscovich: Sin duda. El hecho de formar parte de un espectáculo tan increíble, para mí es un honor y un orgullo. Además, yo soy aficionado al género de los musicales casi a la misma vez que lo fui a la música de cine. Desde muy jovencito, con 12 o 13 años, escuchaba ópera, Los Miserables o Cats, que es otro de mis musicales favoritos. Formar parte de uno de los musicales que tanto he escuchado y que tanto me ha emocionado, aunque soy una persona que se ilusiona con todo, a veces uno no es consciente con el trajín de la vida diaria que muchas de las cosas con las que he soñado se han ido cumpliendo y eso me hace muy feliz.

P: Te seleccionaron como director musical en un casting que se hizo y que valoró Cameron Mackintosh, responsable de la producción de “Los Miserables”, ¿cómo fue esa prueba?

Arturo Díez Boscovich: Yo tuve en Madrid dos pruebas con el equipo de Cameron Mackintosh, en la primera prueba me fui con buenas sensaciones por la reacción del Tribunal que además empecé con Sale el sol, uno de los números más complejos, y luego dos números más. La hicimos con un pianista y uno de los directores de Londres que es cantante y ha interpretado el papel de Jean Valjean, él cantaba la parte de los cantantes y tú los dirigías a ellos. Luego hice una segunda prueba, también en Madrid, que supongo que fue más eliminatoria, le mandaron la grabación al equipo de Cameron y después tuve una semana con ellos en Londres y me comunicaron que había sido elegido. Estoy muy contento sobretodo porque la gente que te selecciona son los responsables de todo el mundo. Aunque sea una producción realizada en España y el equipo artístico también es español, todo está supervisado por el equipo que lleva Cameron Mackintosh y eso es motivador. Luego le conocí personalmente en el estreno de Valencia y me firmó la partitura y estuvimos charlando un rato y me comentó que le había parecido una dirección muy pasional y le gustó mucho

P: Tiene que ser una tarea muy analizada para que no os salgáis del guión del musical

Arturo Díez Boscovich: Está todo supervisado al milímetro por ellos, vienen frecuentemente a ver el espectáculo para comprobar que todo sigue en orden y que se trabaja con lo que se ha ensayado con ellos. Los Miserables es una especie de franquicia donde quieren que el público de Tokio o Toronto, vean el mismo espectáculo que en todas las partes del mundo y tengan las mismas sensaciones. Está muy bien pensado porque forma parte de una industria. Con la zarzuela o la ópera es muy diferente, es un legado que está ahí pero un director escénico o musical le dan su visión a la obra. Esto por un lado, es bueno porque es fresco y tienes versiones diferentes pero por otro, lo que ellos buscan es que el espectáculo funcione a nivel emocional para todos los públicos. La parte mala es que no tengo libertad, me tengo que ceñir a esos patrones que evidentemente están muy razonados.

P: Y para tí, además, supondrá un reto como director el tener que hacer algo tan esquemático e intentar de alguna forma darle tu toque personal

Arturo Díez Boscovich: Exactamente. Muchos compañeros míos me preguntan si me aburro y yo les digo que es una experiencia diferente, otra manera de abordar el trabajo. Precisamente esa poca libertad te hace ceñirte a una parte disciplinaria que también es interesante

P: ¿Y cómo fue el primer día de ensayo?

Arturo Díez Boscovich: Estuve emocionado. Fue el primer punto de encuentro con todo el elenco y cuento con una de las mejores voces que hay en el musical de nuestro país que es el actor que hace el papel de Javert, Ignasi Vidal, que lo hace a su medida. Es de los Javert más interesantes que se pueden ver en el mundo.

P: Yo te confieso mi momento de este musical que es ese comienzo en el que Javert y Jean Valjean se conocen y nombran ese número de preso, que sé que va a cambiar en esta versión española por la musicalidad y que será el 23623. Pero quiero conocer el momento de Arturo Díez Boscovich.

Arturo Díez Boscovich: Hay un momento que siempre me emociona que es el Stars de Javert porque es un personaje que no es un malo al uso, tiene su propio sentido de la justicia, la rectitud, sus convicciones o la integridad y va con todo ello hasta sus últimas consecuencias. Ese momento en el que reflexiona, va al puente y mira las estrellas me emociona especialmente. También Sale el sol que es el momento de la gente marchando por la calle, la revolución que se transmite que lo hacen muy bien los actores y que se arman de valor para luchar contra el ejército, gente de a pie que no sabe ni coger una escopeta y te da una mezcla de pena y de ilusión.

P: Igual este es el momento social en el que este musical surge y llega con más fuerza al público

Arturo Díez Boscovich: Y además se palpa en el ambiente. En el momento de la canción del pueblo, muchas veces, el público aplaude en medio sin haber acabado el tema porque no tiene un final claro, tiene ese punto de que la cosa está caliente políticamente y es un momento genial. Hay una interacción constante con el público de una manera no premeditada que eso es fantástico. 


P: Tengo que decirte que eres un director que llega mucho al público. Lo noté en ese concierto especial de música de Star Wars que tu emoción traspasa y eso es de agradecer para romper ese tópico del director firme con su batuta que parece que no siente

Arturo Díez Boscovich: Yo me meto mucho dentro, a veces incluso demasiado, es mi forma de ser y mi forma de abordarlo. No es una pose, es una especie de energía eléctrica que me invade el cuerpo y para mí en ese momento, sólo existe esa música y luego interactuar con los músicos, mirarlos y motivarlos para sacar de ellos lo mejor. Porque la batuta del director no suena pero nuestra labor, de manera corporal, es intentar comunicarte con la orquesta y sacar de ellos lo máximo. La verdad es que disfruto mucho con mi trabajo y Los Miserables es un trabajo de martes a domingo que es duro y que dura 3 horas, los días que son doble función imagínate, pero aún así yo soy muy motivado. Todos los días los disfruto como si fuera el primer día y eso a los actores les ayuda mucho. Luego cuando salgo de allí, me caigo al suelo pero siempre reflexiono que este musical tiene una temática dura que a mí me ha hecho pensar en muchas cosas, hay escenas maravillosas de amor pero muestra parte de la sociedad marginal, pobre y que pasa hambre, y también la crueldad y la injusticia.

P: Sabes que hay personas que denostan los musicales. Mi teoría es que les cuesta dejarse llevar por una historia de estas características

Arturo Díez Boscovich: Totalmente. Pero aquí pasan varias cosas. Lo primero es que la ópera como legado artístico tiene un valor incuestionable y yo el primero que la defiende siendo Puccini uno de mis compositores favoritos. Eso perdurará siempre por las historias que trata, historias cotidianas que le pueden pasar a cualquiera. Pero hay muchas óperas que ya están desfasadas por la manera de acercarse al público, es una especie de cuadro que miras pero no llegas a meterte dentro y este público de la “música culta” considera al musical un género menor. Yo te puedo asegurar que tal y como está planteado un musical como Los Miserables desde el segundo 1, el público está dentro de la historia. Para empezar, se hace en nuestro idioma que mucha gente también critica esto, es algo absurdo porque en la antigüedad las óperas se traducían a todos los idiomas para que el público se acercara más, hacerlo en el lenguaje original ya pone una barrera, así que de esta manera la historia llega muchísimo mejor. Después, la música no tiene la artificiosidad que a veces se ha pretendido en la ópera, llega directamente al corazón, no tiene que intelectualizarse, procesarse sino que llega inmediatamente. Esto son grandes ventajas del musical. Yo siempre he defendido mucho la música de cine y los musicales porque es una aparente sencillez. Componer esa música es muy difícil, hacer melodías tan inspiradas que ayuden a contar la historia como Alan Menken en La bella y la bestia, me parece una obra maestra. Una de las mejores partituras que he escuchado es la de El jorobado de Notre Dame de Disney que la hizo Alan Menken también y te estoy hablando de una película de animación. Disney tiene un legado maravilloso y la primera película dedicada a la música fue Fantasía.

P: Igual es que también hemos perdido esa inocencia a la hora de disfrutar de las obras

Arturo Díez Boscovich: Otro de los grandes miedos es el de crecer. Yo soy muy infantil para muchas cosas y estoy orgulloso de eso porque me permite disfrutar a unos niveles que mucha gente no se permite. Volver a emocionarte de esa manera en el teatro es maravilloso.

P: Está pasando también con el cine que ya no se disfruta ni nos sorprendemos con lo que aparece en la gran pantalla

Arturo Díez Boscovich: La era de lo digital ha perdido autenticidad en el cine. El cine creo que no pasa por su mejor momento ni la música de cine. Ha pasado a ser un fondo musical, no quieren que tenga mucha presencia y ya no hay grandes melodías. Antes salías de cualquier película tarareando cualquier melodía. Y la parte de los 80 y 90 fue riquísima en ese sentido. Es un cine que entretenía pero que tenía un gran valor artístico también.

P: Tú estás recuperando esa ilusión y emoción de sentir la música cómo se debería hacer e incluso sé de mucha gente que conoce tu trabajo musical de la serie “Frágiles” y no ha visto la serie

Arturo Díez Boscovich: He recibido muchas felicitaciones por diferentes sitios. La serie era también interesante para lo que se hace en España. No tuvo aceptación por el horario que era muy malo y la época que se puso que era muy mala también. Podía haber funcionado mucho mejor de lo que hizo. Lo bueno es que con el mismo director de Frágiles, voy a hacer otra cosa con otra temática diferente y estoy muy contento. A mi me aportó muchas cosas buenas el hacer la música de esa serie y disfruté mucho.

P: Sigues involucrado en esa faceta que reitero de recuperar ese amor por la música, participando en el Festival de Música de Cine de Córdoba

Arturo Díez Boscovich: Este año haremos un homenaje a Jerry Goldsmith y viene su mujer, incluso, así que imagínate lo emocionante para mí. Será una pasada dirigir sus partituras. Es algo que siempre me hace feliz y me hace mucha ilusión participar en este Festival.



Su máxima ilusión era volver a su tierra con un espectáculo de estas características. Al loro con las cifras, 90 toneladas de material que han transportado hasta Málaga 11 tráileres, unos 392 trajes completos compuestos por 1.782 artículos y 31 pelucas, 101 artistas y técnicos en cada función, dibujos del propio Víctor Hugo proyectado, orquesta con 14 músicos y además, los sistemas automatizados de decorados móviles, telones y elementos escénicos permiten que se cambien con gran rapidez las escenas del musical, 30 en la primera parte y otras 30 en la segunda, y que el espectador disfrute sin interrupciones del fluido ritmo teatral y la operística música.

Poco le queda a Arturo por hacernos soñar con su batuta, pero me equivoco, queda “El fantasma de la ópera” que aún no sé cómo no se lo han suplicado porque se le iluminan los ojos imaginando que puede ser posible, “está hecha muy para mí y la abordaría muy bien aportándole muchas cosas”. Pena no tener una productora con un dineral porque le pagaría todos los días para que interpretara las bandas sonoras de mi vida y las que quedan por llegar a mis oídos. Y otra cosa, nunca ha compuesto una música para una película. Ahí lo dejo y ya estáis tardando en incluirle en vuestros créditos.

Hasta que llegue esa hora, ya saben durante todo un mes, del 20 de junio al 20 de julio, “Los Miserables” en el Teatro Cervantes de Málaga”. La música expresa aquello que no se puede decir con palabras y que no puede permanecer en silencio, eso es lo que van a vivir gracias al entusiasmo de Arturo y todo el elenco artístico y técnico. No se lo pueden perder.

Las entradas las pueden comprar aquí:


https://www.unientradas.es/janto/main.php?Nivel=Evento&idEvento=LosMiserables

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