lunes, junio 02, 2014

Entrevista Salva Martos - Festival de Cine de Fuengirola

Mi próximo corto va a ser una comedia negra donde voy a hablar del mundo de las parejas. De cómo algunas parejas se sustentan en la mentira y de pronto, la mentira estalla y se lía.

 
Terminada esta edición del Festival de Cine de Fuengirola, la palabra más escuchada ha sido familia. Y es que así nos hemos sentido desde que Fernando Fernández Ariza, impulsor de este sueño para amantes del cine, levantó personalmente esta idea con las colaboraciones de muchos profesionales de distintos medios. Entre ellos, uno de los más implicados, el director y guionista, Salva Martos Cortés. Ha coordinado un taller de cine para jóvenes donde los alumnos realizaron técnica y artísticamente un corto que se pudo ver en la ceremonia de clausura, escribió el guión de la propia ceremonia y ha formado parte del jurado de Largometrajes y Cortometrajes junto a César Hernando, Luis San Narciso, Àlex Montoya y Alberto Rodríguez. Entre tanto trabajo, le logramos sacar unas respuestas sobre su participación y próximos proyectos.

P: Háblame de tu experiencia como jurado en este Festival

Salva Martos: Una experiencia interesante porque he tenido que evaluar trabajos de directores de la talla de Ramón Salazar y David Marqués y óperas primas de otros que acaban de empezar. Y en cuanto a los cortos, soy muy festivalero y ya conocía muchos nombres. Todas las películas tenían algo. Se ha dado una curiosidad a la inversa, la gente que ya tiene años de experiencia eran muy frescas y las películas de los jóvenes que empiezan eran también películas buenas pero algo clásicas.

P: ¿Cómo las has valorado, desde un punto de vista de espectador o de cineasta?

Salva Martos: Cuando tú eres cineasta y jurado, no te puedes separar que eres cineasta. Sinceramente, yo las he valorado desde la perspectiva que más me interesan las películas que son personajes y guión. A partir de ahí, se pueden buscar otras perfecciones más técnicas como la foto, el sonido o la dirección artística. A mí lo que me interesa es la historia y que la dirección esté cohesionada, porque hay veces que tú ves una peli y te das cuenta que lo que está en el guión, no es lo que el director ha hecho. A mí, eso me choca porque uno tiene que estar siempre supeditado al texto. Vivimos en unos tiempos muy modernos en los que muchos directores, ya sea de teatro o de cine, no le dan la importancia al texto y entonces es una ridiculez desde mi punto de vista. Tú tienes un texto y el texto tiene que traspasar a la pantalla y si un texto dice que es blanco, tiene que ser blanco porque es así. No caben segundas interpretaciones ni terceras. No puedo con eso de las nuevas visiones del texto, yo eso no lo creo para nada. Indudablemente, todo hay que hacerlo después en la peli en lenguaje cinematográfico, eso es lo que yo veo en los largometrajes. En los cortos, yo he mirado que cuanto más cortos mejor. Y si son largos, me gusta que cuando empiece el corto enganche al espectador, creo que es muy importante los cortos que empiezan y que enganchan al espectador. No me gustan los cortos donde en 15 minutos, el director parece que ha hecho un largo, porque lo quiere meter todo. Eso es un defecto importante. La dramaturgia de un corto es más difícil de escribir que la de un largo, creo que en el teatro breve pasa lo mismo, porque tienes que ir más al grano.

P: Una característica común que han tenido directores conocidos y noveles es que han tardado mucho en que sus películas se hagan realidad, no era como antes que con un nombre o siendo alguien nuevo con una historia original, ya te servía para arrancar el proyecto. ¿Es esa la realidad que ha cambiado del cine español?

Salva Martos: Aquí hay una salvedad muy interesante. Yo creo que los que estamos empezando tenemos “menos problemas” que los que llevan más tiempo. Te explico porqué. Los que estamos empezando, ya nos sabemos buscar la vida, no buscamos subvenciones ni estamos pendientes del Estado, estamos acostumbrados a trabajar con inversores privados. A mi generación, la que viene por delante y la que vendrá después, les costará mucho menos levantar proyectos. No te estoy diciendo la cantidad de dinero que haya, sino que a la hora de levantar el proyecto estamos un poquito más espabilados para saber donde podemos encontrarlo.

P: ¿Crees que se está dando una imagen de que el cine español está rendido y en realidad es cuando más movimiento parece que está surgiendo?

Salva Martos: En el cine español lo que pasa es que se están haciendo muchas menos películas pero como hay menos escuelas, hospitales o profesores. La gente que hacía películas ahora está en muchos proyectos de televisión, hay un resurgimiento del teatro y es como todas las profesiones. A mí no me gusta diferenciar la profesión de cineasta con la de médico, todo es igual, son tiempos malos para todos. No me gusta ese victimismo. Quejarte ahora mismo, desde mi punto de vista, porque no puedas hacer una película, cuando cierran hospitales y colegios, a mí me parece de prepotencia artística.

P: ¿Qué diferencias encuentras en Festival de Cine de Fuengirola respecto a otros?

Salva Martos: Este Festival tiene cosas muy buenas, primero los cursos de formación que están abiertos para todo el mundo, en este caso han sido niños y después otro curso que ha dado Nacho Recio para pasar una película a DCP que es un formato digital, y han sido prácticos y no son charlas como en otros festivales que son interesantes pero no hay una comunicación. Y segundo, como no hay rollos de alfombra roja y no hay divismo, tú estás viendo una película y puedes hablar con sus autores de tú a tú, cosa que es muy importante porque yo lo que creo que tiene que tener un Festival es eso. Cuanto más grande es un Festival, más burocrático tiene que ser todo. Esto es un Festival pequeño entonces hay ciertas convenciones que se pueden saltar, siempre a favor de que el público se comunique con el autor y el autor con el público

P: Lo único que yo creo que le falta a este Festival es que la gente se de cuenta de esa valía para disfrutar del cine, que se le promocione de tal forma que el público sepa que eso existe en Fuengirola. Que recompensen con su presencia el gran trabajo que ha hecho la organización

Salva Martos: Todos los festivales cuando empiezan siempre son muy pequeños. Yo pongo el ejemplo del Festival de la Cerdanya de Jordi Forcada en Puigcerdà (Girona). Y esto pasa porque es una iniciativa, como la de Fernando Fernández Ariza en el Festival de Fuengirola, donde no le interesa que entren entidades políticas u otras entidades a colaborar porque lo quiere llevar a su antojo. Puede ser que con el tiempo se haga el Festival más grande o que vaya entrando más gente pero a mí me gustan más los festivales pequeños, creo que son necesarios.


P: ¿Qué es lo que nos vas a contar en tu próximo corto?

Salva Martos: Va a ser una comedia negra donde voy a hablar del mundo de las parejas. De cómo algunas parejas se sustentan en la mentira y de pronto, la mentira estalla y se lía. Es lo que ahora quiero contar. Me gusta mezclar géneros en los cortos que hago

P: ¿Has vuelto a la comedia entonces?

Salva Martos: No iba a volver. Pero lo he hecho por mi coguionista de Barcelona, Eli Dalmau, que tenemos un buen feeling escribiendo y teníamos ganas de hacer una comedia. Iba a rodar otra ahora pero ha salido esta.

P: Es muy difícil encontrar a alguien con la que se pueda escribir y estar en sintonía para contar una historia. Quizás ha sido una señal para que contaras ahora esto

Salva Martos: Para mí ha sido importante encontrar la visión de una mujer, faltaba ese complemento. Hay que saber escribir sobre las mujeres y conocer el mundo femenino. No digo las tonterías de las florecitas, sino el mundo femenino real.

P: ¿Cómo lo escribisteis?

Salva Martos: Hablamos de todo. Nosotros nos sentamos en bares de Barcelona, paseando por la noche y hablamos de todo. Empezamos a hablar de las cosas que nos preocupan, películas que hemos visto, cineastas que nos gustan y eso dio lugar a hablar del guión, quedamos otro día, charlamos y no hablamos del guión y así más días hasta que nos pusimos a trabajar en el guión y ese día nos dimos cuenta que con los temas que habíamos tratado habíamos hablado del guión. Yo creía que era raro pero Billy Wilder decía que trabajaba así con Charles Brackett. Y yo pensaba que sería imposible, pero fue verdad. Cuando tienes a un compañero que trabaja bien contigo, es verdad que hablas de todo un poco, hasta que vas confirmando la película.

P: ¿En qué proceso está?

Salva Martos: Empezamos a rodar si todo sale bien en julio. Se va llamar “Hablemos del amor” como la canción de Raphael. A ver si conseguimos los derechos (risas)

P: Este no es el caso que hablábamos antes de trabajos que salen a lo largo de mucho tiempo si no que ha surgido más rápido, ¿te gustaría que también salieran los que te cuesta más trabajo sacar?

Salva Martos: Tengo un largo que lo terminé de escribir hace tres meses que llevo 8 años escribiéndolo. Ya lo tienen productoras, a ver si hay suerte. La gente dice que es mucho tiempo ocho años escribiéndolo pero es que es un proceso muy largo que empezó cuando yo estudiaba en la Escuela de Arte Dramático. Lo he reescrito muchas veces y han sido ocho años conviviendo con la historia

P: Y ¿cuando ves el ejemplo de muchos directores que les ha costado trabajo pero lo han sacado, tú tienes esperanza que también te pase?

Salva Martos: Yo creo mucho en el guión, hay que escribirlo muy bien. Un buen guión te soluciona muchas cosas. Te soluciona el problema del actor, porque si el guión está bien escrito, el actor no te tiene que hacer ninguna pregunta porque todas las respuestas están en el texto. Nada más, con eso, te has quitado el 50% del trabajo. Luego evidentemente se tiene que trabajar con el actor pero si es inteligente, va a ver las respuestas que están en el guión. Y producción ya, ni te digo. Un guión cerrado te soluciona los planes de producción y de rodaje.

P: Creo que donde más vas a disfrutar tú con este proyecto de “Hablemos del amor” va a ser en el rodaje

Salva Martos: Espero que sí. A mí me gustan muchos los actores. Lo único que me preocupa son los actores. Yo ya he hablado meses antes con el equipo técnico y casi nunca arreglo nada técnico porque ya está hablado, alguna cosa puntual. A mí me gusta hablar con los actores, me lo paso muy bien con ellos. Todo es importante pero el actor es el que pone la cara, que menos que trabajar con él. A mí no me gustan los rodajes donde se le habla al actor de lejos que parece que es un playmobil. Es una dirección que está muy de moda pero a mí no me gusta. Me lo dicen todos los actores que trabajan conmigo, “hay que ver que te acercas a hablar con nosotros”. Y yo creo que es mi trabajo.

P: ¿En Barcelona has encontrado tu cine, la manera que a tí te gusta para que más gente vea tus películas?

Salva Martos: Mi cine ya lo tenía encontrado de toda la vida. Lo que he encontrado es que es un sitio donde se trabaja muy bien y me siento agusto. Muchos tenemos que emigrar porque los sistemas de producción allí están más avanzados, se trabaja mejor, no es que haya menos profesionalidad en Málaga pero se trabaja mejor aquí. Al ser más producciones, trabajan más, están más acostumbrados. Son un poquito más rápidos que nosotros a la hora de hacer cosas. Puedes encontrar una ciudad más activa en ese sentido. Hay que hacer siempre películas para el público, es muy triste que una película tuya la vean nada más que diez personas. Nosotros estamos supeditados al público y entonces, no está bien pensar que una película comercial no puede contar cosas interesantes, es una diferencia que aquí en España no hemos entendido muy bien. Tampoco me interesan hacer una película para que la vean diez amigos míos y que digan que mi película es muy bonita porque no me sirve de nada, yo quiero que me lo diga la gente que no conozco. Los festivales que más disfruto son los que están fuera de donde yo vivo porque es de donde de verdad tu escuchas las opiniones buenas y malas y son las que yo más valoro.

P: Vamos a imaginarnos que conoces a la persona indicada para que pudiera financiar tu largometraje, ¿Cómo la convencerías?

Salva Martos: Pues la convencería diciendo que iba a ir a verla mucha gente. Cuando trabajas con un productor, yo con los dos cortos que he hecho, siempre mi filosofía es devolver la pasta que ha costado. Porque se me caería la cara de vergüenza que me diera dinero y no devolvérselo. Yo hago el guión para que mínimo recupere lo que ha invertido, me parece una responsabilidad inmensa. Es como gestionar una empresa, te lo digo de verdad. Sé que esta visión no está muy de moda pero si te ponen pasta tienes que responder porque es una persona que está apostando por tí. Sería una película para toda la gente. Las películas trabajan de dos maneras distintas, del lado emocional y del lado intelectual. A mi el lado intelectual, de momento, no me interesa. Me gusta más el lado emocional. ¿Por qué no me interesa el lado intelectual? Porque yo creo que el arte es arte. En el lado intelectual ya están los críticos que hacen muy bien su trabajo. Por eso nunca me leo libros de cine de gente que escribe sobre otros, yo me leo lo que escriben ellos de ellos mismos. Haría una película que yo supiera que la gente iba a ir a verla al cine porque nos debemos al público.

P: Si yo acabo esta entrevista, escribiendo “me he encontrado a Salva Martos Cortes ilusionado”. ¿Estoy en lo cierto?

Salva Martos: Si. ¿Por qué no? Poquito a poco. 


 
Pues así de cierto es, ilusionado, directo, sincero y con las ideas claras de cómo quiere enfocar su carrera. Ha demostrado su valía en todos los proyectos que ha emprendido y encima sabe sacarle provecho a iniciativas como la del Festival de Cine de Fuengirola donde sé que se lo ha pasado como un niño grande. He podido comprobar cómo trabaja y lo que puede dar de sí cuando tenga los medios que necesita. Hasta entonces, esperaré impaciente cómo habla del amor en su próximo corto, que codirige con Eli Dalmau,  y qué más historias se saca de su chistera.

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