miércoles, junio 11, 2014

Jugando así claro que se puede

Se lo dije a Joan Plaza cuando acudí a la presentación de su libro "Las mantas de Angelina", me estás devolviendo la ilusión, estoy volviendo a creer en un equipo que antes no luchaba por ese balón perdido y que no tenía el talento y la fuerza para asumir los retos tan competitivos de la ACB y estar en los lugares donde antes no nos movía nadie. Este ha sido nuevamente un partido que ha reflejado esa realidad pero, además, he disfrutado como una enana viéndoles jugar.

Ante una jugada en la que el árbitro miraba para otro lado, intensidad, defensa, robo de balón y canasta por penetración o un triple. Esa es la manera de responderle a este equipo al que he visto muy mermado fisicamente y que le podemos dar la campanada el jueves. Partido a partido y luego seguimos soñando


Lo que sí está claro es la valoración que ha hecho el equipo al final del partido. 105. Una barbaridad frente al 76 del Real Madrid. Hay cinco jugadores de Unicaja, Carlos Suárez, Jayson Granger, Fran Vázquez, Ryan Toolson y Nick Canner-Medley que han superado los 10 puntos de valoración. Eso es digno de admiración para un equipo luchador como éste que quiero que siga manteniendo este nivel porque nos hará ser un equipo muy grande y que le va a poner las cosas muy difíciles a quién se nos ponga por delante.

Hoy por esa valoración y cómo me han hecho feliz en este partido remarco al equipo. A todos los que han entrado y han animado desde el banquillo. Y reitero que Joan Plaza es la mejor sorpresa y ejemplo que nos podía aparecer en un equipo que parecía que no superaba sus horas más bajas. Enhorabuena chicos, habéis luchado como jabatos y estoy muy orgullosa de haber disfrutado del baloncesto con el que me emociono. El del no rendirse, el del sacrificio y el de poner soluciones en lugar de quejarse.


La victoria es para los que hemos visto otras, no con tanta gente que como me recordaba un amigo hace nada le decía improperios a Fran Vázquez y ahora lo idolatran, para los incodicionales cuatro mil que hemos estado todos los partidos. Y me encantaría no sentirme ofendida por cierta parte de la afición que necesita recurrir al insulto para sentirse mejores cuando caen en la propia bajeza de quienes critican. Rudy nunca será santo de mi devoción ni estoy de acuerdo con el baloncesto que se le hace pero esos cánticos e insultos no me valen en una cancha de baloncesto. Hay que tener educación y vergüenza y no actuar de esa manera. Asi no debe ser la afición del Carpena.

Por lo demás, chapeau, a no dormirse en los laureles y seguir trabajando de esta manera para sorprender a quienes lo vieron tan fácil cuando se hicieron los cruces. Nos vemos el jueves. Viva el B A L O N C E S T O 

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