La oportunidad perdida

Lástima de último cuarto y de los dos últimos minutos de prórroga. Ahí estaba el haber podido soñar con pasar a la final. Me aventuro demasiado y si me equivoco, seré la primera en reconocerlo pero el día que teníamos que hacer era éste. 

Ha ocurrido lo que a este equipo no le ví en mucho tiempo, empezar bien el partido, no yendo a remolque sino jugando de la manera que queríamos, moviendo balón, ajustando bien las defensa, sobretodo en el segundo cuarto con Calloway, Suárez, Stimac y Urtasun (y a veces Kuzminkas) y encestando lo que casi nunca nos sale. Los porcentajes al descanso de dos y de tres eran esperanzadores para pensar que podíamos ganar este partido. Pero a la mitad del tercer cuarto, comenzaron los errores, el volver a entrar en la zona y sacar el balón fuera, los mano a mano en la línea de triple y los tiros sin buena posición porque se agota el tiempo. Estas dudas ofensivas se trasladan a la defensa y dejan huecos a un Madrid que no le hace falta mucho para aprovechar sus oportunidades teniendo el talentazo que tienen. El haber luchado de una manera más concentrada, con más preocupación en el rebote y un mayor acierto ofensivo tanto en la elección de tiro como en haber conseguido mejores resultados, nos ha hecho perder este partido que reitero que era vital para que Unicaja tuviera la oportunidad de pasar a la final.

Y aún sabiendo que el partido lo hemos perdido nosotros, quisiera destacar ese segundo cuarto donde a pesar de las faltas que no han pitado y las estrategias burdas por las que nunca me identificaré con un equipo grande, mi equipo ha querido jugar a su manera. Así se ganan los partidos. Con una defensa presionante y agobiante para el rival, recuperando el balón y haciendo contraataques rápidos que el Madrid sólo sabía responder con hachazos a nuestros jugadores. Lástima que no hayan seguido por esta misma sintonía en los dos últimos cuartos y en la prórroga. Pero alivia que ya se hagan las cosas de esta manera y felicito a Joan Plaza por haber sabido inculcar, por fin, esa filosófía de trabajo y entrega a los jugadores.

Sé que no le va a importar un pimiento lo que le voy a decir a la ACB y al comité arbitral pero me estoy preocupando especialmente este año por el tema de los bloqueos. Más de uno ya en los partidos de Canarias pero hoy los he visto en los de Felipe Reyes y muchoooo mássss en los de Slaughter que utilizan los hombros de una manera peligrosa y además las piernas. Si anticipo que creo que alguno va a acabar en el hospital (y aún recuerdo en mi memoria ese choque brutal de Oberto con Scola), espero equivocarme. Pero me gustaría que los árbitros volvieran a repasar las reglas sobre cómo se debe hacer un bloqueo. Hay partidos que me dan pánico de lo que estoy viendo en la cancha.

Y ya temas de fingimientos, caídas, estilismos horteras estilo Chacho y Rudy, comerle el tarro a los árbitros, pues como que ya me lo esperaban. Estas tácticas sucias sigue siendo lo que los niños aprenden y quieren imitar luego en las canchas pero parece que estos jugadores no conocen otra manera de demostrar su valía como jugadores. Por eso, por mucho robo, asistencia bonita o canasta que hagan, me va a dar exactamente igual, porque para mí, no son ejemplo de lo que yo entiendo que es un buen jugador de baloncesto.

Y ya sólo dejo dos dudas, ¿en los próximos partidos se va a romper algo antes de empezar de manera oficiosa? y ¿desde cuando Toolson sabe dar asistencias?

Seguiré dando todo mi ánimo como siempre a mi equipo pero perdiendo esta oportunidad, lo veo difícil, que no imposible. De verdad, deseo equivocarme. ¡Vamos Málaga!