jueves, julio 31, 2014

Si yo robara...

Igual la noticia de Jordi Pujol es la que ha colmado totalmente mi vaso. Comisiones, dinero que no se declara a Hacienda y despistes de no saber lo que se hace, irritan cualquiera de mis mañanas al igual que los Eres, Gurtel, Carlos Fabra y los que queden por aparecer, me han hecho reflexionar sobre lo que se le puede pasar por sus cabezas.

Podía jugar a ser demagógica y pensar que yo no haría lo mismo si estuviera en su lugar. Que pensaría en tantas familias que les cuesta llegar a fin de mes, las que ni siquiera llegan y utilizan todo lo posible para poder sobrevivir o en el último informe sobre pobreza infantil en España de Save the Children donde España es el segundo país europeo, por detrás de Grecia, que menor capacidad tiene para reducirla a través de sus ayudas sociales. 

Pues igual no en todo, pero algo de esto sé que pasaría por mi mente si yo robara. Si que puedo afirmarlo a riesgo de ser políticamente correcta. También podría ser porque siempre he pensado y lo he hablado en esas reuniones necesarias con amigos, que no me hace falta tener mansiones extensas donde no me acuerdo de cuántos cuartos de baño tiene. Con quedarme tranquila y pagar mis trampas (hipoteca, luz, agua, comunidad...) y tener algo de dinero para mis caprichitos culturales, viajar o tomarme una cerveza, no necesito más. Y además, sé que no podría robar porque hasta cuando he robado una aceituna en un mostrador de encurtidos, me he sentido mal y casi ni podía dormir del cargo de conciencia.

Evidentemente es una quimera ansiada, no tener que preocuparte de lo que gastas y no hacer cuentas, pero llegar a ello con tu trabajo creo que es lo único necesario sin tener que andar robando a las arcas públicas o estafando a las empresas. Si has ganado tu propio dinero, ya luego en lo que lo inviertas es cuestión tuya y nadie debe juzgarlo, tu propia conciencia y las de los que te rodean lo harán, pero ¿qué puede pasar por la cabeza de un sinvergüenza como los que puebla la actualidad de estos días?: "¿casi les logro engañar?" o "da igual que me enchironen, enseguida estaré de nuevo haciendo lo mismo" Y lo que más me desespera personalmente, ¿estas cosas porqué no se descubren antes?, ¿hay momentos que decidimos investigar y momentos que no?, ¿quién controla estas sinvergonzonerías? y finalmente, ¿pagarán lo que roban? o ¿se les permitirán amnistías y volverán a las andadas?

Mi conclusión, en la que dentro de este cabreo monumental me quedo más relajada, es que no tengo ni ganas ni soy tan mala persona ni tengo tan poca empatía para robar ni para votar o permitir a quienes lo hacen.

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