miércoles, octubre 22, 2014

Entrevista Daniel Albaladejo - "Otelo"

LO QUE TIENE MUCHA PREPONDERANCIA EN ESTA OBRA NO ES EL TEMA DE LOS CELOS, ES LA MANIPULACIÓN

Daniel Albaladejo (Otelo) y Arturo Querejeta (Yago)

La compañía, Noviembre Teatro, nos presenta una nueva aventura shakesperiana. En esta ocasión, han realizado una adaptación del moro de Venecia más ilustre de la literatura, “Otelo” en una versión donde conoceremos la evolución del personaje hasta llegar a su locura extrema de celos. Un aspecto que se diferenciará seguro de otras conocidas versiones al igual que su elenco actoral, donde precisamente hablamos con Daniel Albaladejo quién encarna a este complicado protagonista.


P: Después del Duque Orsino en “Noche de Reyes”, subes un escalón shakesperiano muy grande con Otelo. ¿Da vértigo?

Daniel Albaladejo: Vértigo da porque vas a hacer unos de los personajes emblemáticos del teatro clásico y de todos los tiempos. Es un compendio de muchas situaciones laborales, en ese sentido, ir progresando, ver cómo tu trabajo va subiendo, cómo confían en tí y se va desarrollando a lo largo de muchos papeles que he tenido que interpretar y evidentemente “Otelo” es ese culmen que espero que no pare ahí y que la cima siga subiendo.

P: “Otelo” es, sin duda, uno de los máximos exponentes de los celos. Y se pone como ejemplo cuando se habla sobre este tema. ¿Cómo vais a representarlos en vuestra función? ¿La clave va a ser ese texto tan directo de Yolanda Pallín?

Daniel Albaladejo: Somos fieles a la versión de Shakespeare. Lo que hemos hecho es una puesta en escena adaptada a los tiempos de hoy en día. En cuanto a duración y a lo que se ha podido peinar del texto, por así decirlo, hemos hecho una versión de una hora y 38 minutos que hace posible que sea accesible a todo el público que quiera sentarse a verla. El trabajo de Otelo como el de su antagonista, Yago, es muy directo y tiene mucha complicidad con el público. Está muy al servicio del espectáculo y de toda la historia que está pasando. Hemos tenido la suerte de poder estar de gira durante casi todo un año y surte efecto de cara al espectador tanto esa idea de dramaturgia de Yolanda como de Eduardo Vasco en la dirección

P: La dificultad para empatizar con tu personaje es por sentenciar frases como “He amado demasiado y sin prudencia, no he sido celoso hasta que la duda me volvió loco, he matado aquello que más amaba” aunque en realidad “el virus que todo lo destruye” sea Yago

Daniel Albaladejo: Yo, como actor, lo que quería proponer de cara al trabajo de interpretación del personaje es entrar en esa cabeza. Qué le ocurre a alguien que mata a lo que más ama, no si tiene justificación porque no la tiene. Lo que tiene mucha preponderancia no es el tema de los celos, es el tema de la manipulación. La que efectúa Yago sobre Otelo. En ese sentido, mi personaje puede ser cualquiera de los que está sentado en el patio de butacas, es un tipo que se presenta en el primer acto, no como héroe sino defensor a ultranza de Venecia. Un tipo que pertenece a una familia de rancio abolengo, es un extranjero en tierra extraña, por así decirlo. Es un tipo al que se le confía la defensa de Venecia, tiene trato directo con las altas esferas venecianas, se casa con la mujer más bella de Venecia porque quiere hacer ese acto de rebeldía frente a su padre, es una chica abrumada por lo que desprende Otelo y por ello, en ese momento, no es un mal tipo es todo lo contrario. Un tipo que para sí quisieran muchas suegras. Lo que pasa es que llegan a Chipre y allí se produce una situación muy extraña que es que esos personajes aparecen metidos en un cuartel, con todo lo que conlleva ese mundo de hombres y de guerreros y lo que le ocurre a Otelo, y yo cada vez lo pienso más, es que le pilla la guardia baja. Él está con la mujer a la que ama, ha tenido que luchar contra los turcos aunque no haya levantado la espada porque una tormenta se ha cargado a toda la armada turca, es decir, ha ganado una batalla sin guerrear. Y en ese sentido, está relajado como si pasara unas vacaciones de luna de miel. Esa guardia baja la aprovecha Yago para manipular. Y Yago, ¿por qué y para qué lo hace? ¿qué pretende haciendo lo que hace?. Así el personaje de Otelo se deteriora y vemos como va cayendo a esos infiernos donde acaba haciendo la aberración mayor. Yo como actor quería entrar ahí y resulta muy paradójico cuando termina la función y muchas veces el público está fuera y es muy curioso porque hablan del bueno y del malo. Llegan a comparar a Otelo con un personaje bueno y es tremendo porque entienden lo que le ha pasado. Yo no justifico el acto para nada porque me parece un acto aberrante pero qué es lo que le lleva a hacer ese acto es lo que me interesa, no el acto en sí. Todo el mundo sabe cómo acaba “Otelo” pero ¿qué le lleva a ese personaje que es como se presenta en ese primer acto a acabar como un ser abominable en el quinto acto? Eso es lo que realmente nos interesaba contar y, a partir de ahí, cómo la manipulación que hace Yago sobre Otelo es la gran apuesta de Eduardo Vasco sobre esta tragedia, denominada normalmente como la tragedia de los celos.

P: Es lo que diferencia este montaje de otros que se han hecho anteriormente que se centraban más en la ira y no en cómo ha llegado a esa situación

Daniel Albaladejo: Exacto. Con respeto a todos los “Otelos” que hay que son maravillosos y con actores increíbles e impresionantes, al centrarse sólo en la movida patológica de los celos, que evidentemente está y ya se está contando en la historia, no nos percatamos de ¿qué es lo que lleva a eso?. Para nosotros era muy interesante descubrir ese personaje de Yago, cómo ese veneno que utiliza Shakespeare tan hábilmente, vertiéndolo sobre el oído y que llegue al cerebro y qué le ocurre después a ese personaje. Aparece también en “Hamlet”, por ejemplo. Yago tiene una frase maravilosa “has querido ver lo que querías ver”. Has hecho lo que tú creías que tenías que hacer, yo simplemente te he contado pero no he corrobado esas pruebas. No he visto ese pañuelo de Desdémona. Él cree a su lugarteniente. Por ello, también se pone de manifiesto, en la obra, la confianza en el ser humano y es el propio ser humano el que te acaba engañando y cava tu propia tumba. 


P: Compartes buena parte del cartel y equipo que en otros montajes de Noviembre Teatro, supongo que eso a la hora de ensayar y actuar, mejora mucho más el trabajo

Daniel Albaladejo: Si. Llevamos muchos tiempo trabajando juntos. Noviembre si tiene algo fantástico es que tiene un equipo humano impresionante. Y no sólo de cara a los compañeros, de cara al director que puede parecer que ya no tiene mucho que contar, y no es verdad porque siempre descubres cosas nuevas y sorprendentes. El trabajo con Arturo Querejeta que encarna a Yago es muy sencillo y te permite el jugar las infinitas posibilidades que puede traer la puesta en escena y probar y poder arriesgar. Fallar mucho, que yo digo que es muy importante en los ensayos. No parar de fallar hasta ir ajustando lo que sería la escena en sí, el resultado final que va a ver el público. En ese sentido, tanto con los compañeros como con Eduardo, es una delicia poder profundizar de esa manera. También en “Otelo” hemos podido hacer un trabajo más de experimentación, en una primera fase de lectura se buscaban propuestas distintas tirando desde muchos puntos de vista y eso al final ha reforzado el trabajo. No ha sido un trabajo de texto, dirección y montar. Se ha profundizado, sobre todo, en cómo queríamos contar nuestra historia.

P: Y el estar asentado en una compañía que sigue dando buenos frutos, si que te da esa felicidad como actor y seguridad para el futuro

Daniel Albaladejo: La seguridad nunca está. Nunca sabes lo que va a pasar al día siguiente. Hay una apuesta hacia una línea de trabajo que es básicamente llegar al máximo número de espectadores posible y, al fin y al cabo, el trabajo lo haces para el público, no lo haces para tí. Para tí queda muy poquito después de una representación. El trabajo gordo se lo lleva el público en su cabeza y lo que ha sentido. No nos planteamos cuando estamos ensayando un show, cuantos bolos vamos a hacer sino hasta dónde podemos llegar. Seguridad nunca hay en este oficio. Es una de las premisas de ser actor. Pero también es la parte emocionante y por eso has elegido hacerlo. Hemos decidido hacer esto porque queremos contar historias y queremos llegar a la mayor cantidad de gente posible. La situación parece que no nos quieren dejar contar muchas historias porque nos ponen muchos impedimentos y muchos IVA pero seguimos con la idea de querer contar historias contadas por mucha gente, por eso los repartos de Noviembre paradójicamente son muy amplios y se aborda el siguiente proyecto de la misma manera. Eduardo es la persona que aglutina todas estas ideas. También hay un refresco continuo en la compañía, no es estanca, se repite con un grupo más o menos homogéneo pero siempre entra gente joven y eso da mucha vitalidad al grupo

P: ¿Qué ha tenido el teatro clásico para que formara parte en su formación y en su carrera?

Daniel Albaladejo: Creo mucho en el mundo de la casualidad. Las cosas pasan porque tienen que pasar. Literalmente, nunca pensaba que iba a pasar ocho años formando parte de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, porque yo no empecé haciendo teatro de texto sino teatro físico y, de repente, en tu periodo de formación curiosamente por Eduardo Vasco hice un clásico, “La fuerza lastimosa” y me enamoré del clásico. Creo que el clásico cuenta muchas cosas del presente y te hace mejorar muchísimo como actor. Determinas los personajes desde el sitio que, a veces, el teatro contemporáneo no te permite. Y para el teatro contemporáneo tener la escuela del teatro clásico es fundamental. El clásico forma parte de mi formación y de mi vida. No entendería mi trabajo teatral sin aportar por hacer clásico. También es bueno descansar pero siempre aparecerá.

P: Dada tu trayectoria teatral, me extrañaría que te quedara algún sueño por cumplir

Daniel Albaladejo: Demasiados, todavía. Por donde quieras llevar tu carrera también tiene esa parte onírica de conseguir hacer papeles tuyos. Hay actores que han hecho grandes personajes y ojalá pudieras encarnarlos tú. Ahí está un Segismundo de “La vida es sueño” y hay otros personajes de teatro realista o naturalista que tienes ganas de hacer. Para mí, subirme todos los días a un escenario es un sueño. Ese hecho cuando se produce, es muy especial para mí y forma parte de mi formar de ver la profesión y entenderla. Un día te toca subirte al escenario durante mucho tiempo y otro te toca salir en una televisión durante mucho tiempo. Todo es bueno y forma parte del oficio.

P: El director os dijo en su momento toca “Otelo”, os espera Romeo, quizás Hamlet o mi favorita “sueño de una noche de verano”

Daniel Albaladejo: No lo sé. El siguiente espectáculo es “El mercader de Venecia” y no sé a dónde llegaremos con Eduardo Vasco. Yo espero que muy lejos. Que sigamos colaborando y trabajando y a veces estaremos y, a veces, no. Eso que se vertió en el oído de Eduardo de querer currar con él que siga funcionando y siga estando ahí. A lo mejor, Eduardo cambia dentro de unos años y se decide a hacer realismo americano. No sé sabe pero quiero estar ahí y disfrutar de la apuesta de Noviembre dentro del teatro que forma parte de la historia del teatro español. Cuanto más lejos lleguemos y a más gente lleguemos, incluso mejor. Es nuestra forma de hacer las cosas y es cómo entendemos este oficio dentro de lo que formamos parte de la compañía.


RESUMEN DE "OTELO" PINCHANDO EN ESTE ENLACE
 https://www.youtube.com/watch?v=VotSRRQrRs0


Podréis disfrutar de esta versión de “Otelo” este  próximo 24 de Octubre a las 21:00  en el Teatro Ciudad de Marbella. Daniel es un currante teatral que aún sigue aprendiendo y dando lo mejor de sí cada vez que pisa el escenario, eso es un privilegio que no deben perderse y, también, por la gran oportunidad de ver este clásico en diferentes variantes y puntos de vista, siendo una historia muy candente de la que podremos extraer grandes reflexiones a la salida.

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