lunes, noviembre 10, 2014

Donde más rabia te de

Ya han pasado siete años y una de las primeras cosas que he hecho, ha sido mirar que te escribí cuando lo peor de mi vida pasó ante mis ojos. 

En este mismo arcón con un texto titulado "A mi grandullón", te expresaba que mi vida se derrumbaba y que mis sueños se desvanecían. Tengo que decirte que tus almas están consiguiendo que no suceda y que, siguiendo sin creer en nada ni tener fe, hay instantes inexplicables que siento como si me guiaras y me dijeras lo que me hace falta. Como siempre hacías con tus grandes abrazos (que ahora los intento dar yo con tu mismo cariño). 

Tengo que confesarte que hace unos meses intenté dejar mi idea de volver a la radio y  también de seguir escribiendo. Y que no me había pasado nunca. Se me pasaba por la cabeza pero enseguida me ponía a la tarea, pero cuando llevas demasiado tiempo sin que crean en tu idea y ves a "chismorristas" y gente que no le pone ilusión al gran trabajo que es comunicar en el sitio que deberías ocupar. Te vienes abajo. Y hasta piensas que no sirves. 

Así que gracias por mandarme a Lorenzo Silva, por compartir charlas con Carmen en las que me dice lo que necesito para corregir errores y ser mejor periodista con la dulzura más inmensa que pudiste crear (si conocieras a Ange, te volverías loco por esa niña tan increíble que me da más felicidad de la que imagina) y por recordarle a Ana Sonia que me apasiona entrevistar y que haya confiado en mí para su sueño que, hoy, recién llegada a casa, me siento orgullosa del granito de arena que haya podido ayudarle y que es de las personas que mejor han valorado mi trabajo. Gracias a ellos estoy más fuerte y voy a seguir escribiendo y soñando que el micrófono volverá a mi vida.

Vuelvo a releer ese "A mi grandullón" y te escribí en su momento la frase que mejor te definía, "mirabas más por los demás que por tí" y me he dado cuenta que sigo esa filosofía y me siento feliz por ello, y sé que has puesto en mi camino a personas que les encanta pasar tiempo conmigo y contarme como están y que les ayude. Lo voy a hacer porque mi energía positiva les hace falta y a mi me hace falta que superen esos obstáculos, que muchas veces están en su propia cabeza y que, cuando lo hagan, me miren y sonrían y sepan que siempre que haya baches, pueden contar conmigo. Esa es la mejor lección que me enseñaste

Y sigo cocinando, he encontrado rélax (que sabes que siempre me hace falta), placer y una enorme satisfacción cuando alguien prueba el primer bocado de algo que haces. Por lo visto, provoco buenas emociones a la gente que los prueba (y aún no he matado a nadie), así que parece que he encontrado un hobby que se me da bien. Y se me estremece el corazón cuando cocino con ajo fileteado, me recuerda a tus arroces a la cubana, ese plato estrella que me volvía loca cuando probabas el arroz y notabas el sabor del aceite con ajo. Y me pasa con muchos más olores, todo lo que sirva para darme ese buen recuerdo, bienvenido sea.

Eso sí, ir al Carpena sin tí sigue siendo una de las mayores condenas. Te encantaría Joan Plaza, sigue esa estela de trabajo que tanto te entusiasmaba. Y de jugadores, sin duda, Carlos Suárez. El trabajador que no aparece en los puntos pero sí en la valoración por hacer todo el trabajo que no se ve. Y sigo sabiendo qué partidos te irías feliz y con cuales más descontento."Si pierden pero luchan en la cancha, me voy más que contento". Reconozco que es donde más te siento. Y lo paso mal y es donde más lo disimulo pero no quiero quitarme el baloncesto de mi vida y necesito vivirlo así, aunque sufra. Por cierto, ya me han quitado el carné joven y pago el de adulto (18 años he contabilizado que llevo ya como socia), qué feo sigue siendo el carné verde.

La gente piensa que porque no le lloras, no sientes su pérdida, pero no saben nada. Nadie va a evaluar lo que siento y cómo lo siento. Eso también forma parte de tu legado. Al igual que mostrar abiertamente mis sentimientos y como soy, no ser falsa y no decirle a nadie lo que quiere oír sino verdaderamente lo que necesito decirles. A veces, bailo en casa y me desgañito cantando en el coche como tú lo hacías. Últimamente, incluso lo hago más veces. Me estoy riendo, y a carcajadas, te prometo que no lo escondo. Sigo apasionandome con el teatro, una pena es que no hayas podido ver a tanto talentazo malagueño que estoy descubriendo, tus ojos hubieran disfrutado como siempre que nos sentábamos en la butaca. Oigo mucha música y más variada, aunque siempre nos quedará nuestro Sabina y "Mi pirata cojo". El ebook, sé que te lo habrías comprado de los primeros, pero al final, como yo, recurriendo a las antiguas hojas. Y el cine, siempre el cine. Y con palomitas. Eso sí, cada vez descubriendo más clásicos y menos moderno.

Te sentirías más que orgulloso de tus sobrinos. Están como Willy Fog en muchas partes del mundo. Pero con una madurez brillante, sensatos, buenas personas y divertidos. Yo, creo que ellos saben que también les estás dando fuerza desde donde estés y se están convirtiendo en unos profesionales que te dejarían asombrados con sus aventuras. Y me siguen cuidando, dando la vuelta la tortilla, más ellos a mi que cuando éramos pequeños que yo les cuidaba más a ellos. Siempre serán mis peques por muy grandes que se conviertan.

Y tu Carlos, está conmigo, demostrandome cada día más lo mucho que me quiere, con esos pequeños detalles y con esas rachas que ya me dijiste que vendrían, pero solucionables. Siempre teniendo en cuenta cuando me decías que lo importante era que los dos nos curraramos cada día el estar juntos y no olvidar que ese es el trámite. Dar lo mejor de tí y querer solucionar lo que ocurra. Y me mima muchísimo, me cuida y es el hombre que hubieras querido para mí, el que hubieras dejado que se llevara a tu hija. Y sigue llevando tu reloj.

Me voy a callar en cuanto a política, porque no quiero alterarme, pero reconozco que imagino cómo debatirías en muchos de los temas actuales. Y a la hora de analizar, recuerdo mucho cómo te gustaba escuchar todas las partes para dar tu punto de vista. Me encantaría ver qué opinarías de las nuevas fuerzas políticas y estas circunstancias que estamos pasando. 

Sería fantástico y significaría que estás por aquí. Que no tendría que disimular cuando me pasa algo y cojo el móvil para llamarte y me acuerdo que no puedo. Que no me iría de una obra pensando en lo mucho que habrías disfrutado. Y que no sé, si estás orgulloso de mí, si voy por el buen camino, si soy buena persona o si debería hacer algo que no estoy haciendo. Alguien me dijo una vez, "sé como él te enseño". Espero estar cumpliendolo.

FELIZ CUMPLEAÑOS PAPÁ

 

No hay comentarios: