Crítica "The interview"

En una semana en la que ya hablé de una película que daba que pensar sobre la ética de los medios, no nos salimos tanto del mismo tema con "The interview", planteándonos en el comienzo de la película el resultado de programas que sólo buscan el titular morboso del entrevistado y si ese concepto de programa podría cambiar en el caso de entrevistar a un dirigente político como Kim Jong-un.

La película, en este sentido de generar debate, va más allá de unas parodias fílmicas como puede ser "Aterriza como puedas" y va más allá de ir a lo políticamente incorrecto como podía suceder con los creadores de "Team America". Bebe de las dos inspiraciones y crean esta locura televisiva política en la que un presentador conocido por su programa de entrevistas de famosos tiene la oportunidad de entrevistar al lider coreano y decide aprovechar esa oportunidad para demostrar que puede hacer otro tipo de periodismo. En esa tesitura, el FBI querrá aprovecharse de esa situación para encargarle al presentador que mate a Kim Jong-un.

Es una comedia que no logra que estés constantemente con la risa en la boca, tiene muchos altibajos en el que mezclan imágenes totalmente prescindibles por ser desagradables con otros toques más tontos pero a la vez ingenuos en los que se critica esa hipocresía por parte del gobierno norcoreano a la hora de ver su propia realidad y no darse cuenta de los problemas que realmente sufre el país.

Esta película tan controvertida  canceló su estreno en los cines de EE.UU, tras la aparición en Internet de serias amenazas y el ataque cibernético a la compañía, lo que convirtió The Interview en un tesoro. Desde entonces, todo ha trabajado a favor de esta película que se presentó finalmente en 300 salas independientes y en plataformas digitales, consiguiendo en solo diez días ventas online y de vídeo bajo demanda por valor de 31 millones de dólares y una taquilla en cines de otros cinco millones.

Y no sólo es demoledora con el gobierno norcoreano, también se sabe reír de la mentalidad americana y de ese poder que regentan muchos medios y que permiten que se pueda emitir cualquier cosa en sus programas. Los filtros éticos no existen si dan audiencia. En ese sentido, trabaja de escándalo James Franco, creando ese presentador odioso que quiere ser más protagonista que el entrevistado y queriendole partir la cara cada vez que asoma su sonrisa falsa. Le acompaña bastante bien Seth Rogen pero me atraía y me llamaba más la atención la evolución del personaje de James Franco.

Pero por quién tengo que levantar el sombrero, es el actor que interpreta a Kim Jong-un, el señor Randall Park. Se ha hecho con sus gestos, con todo lo malvado que le rodea y le hace tan detestable y por la capacidad que ha tenido de reírse de si mismo que por eso su personaje resulta tan brillante. 

Lo malo de esta película es que todas las buenas intenciones y propósitos se quedan en el aire sin que se sepa en concreto hacia donde quieren dirigir todas esas críticas burdas. También al tener esas imágenes desagradables siempre hacen que me pierda y no le de tanto valor a toda la crítica que hayan querido hacer. Pero en cualquier caso es una buena opción para dejarse llevar por algo muy absurdo que entretiene bastante.

Nota: 6 Arcones