viernes, febrero 27, 2015

Entrevista Meritxell Huertas, Anabel Totusaus y Ota Vallés - Confesiones de mujeres de treinta - Teatro Alameda

MUCHOS ACTORES SI DEJARAN DE HACER TEATRO, TENDRÍAN QUE HACER TERAPIA
El disfrute de los actores cuando realizan una obra que les da tantas satisfacciones se nota nada más conocerles e intercambiar las primeras palabras. Meritxell Huertas, Anabel Totusaus y Ota Vallés protagonizan esta divertida comedia terapéutica, porque garantizo que es un bálsamo para cualquier dolor o cansancio mental y que han aprendido y llevan a gala el mejor humor que existe, saber reírse de uno mismo. Locura sin bajar nunca el ritmo el que nos ofrecen durante todo este fin de semana en el Teatro Alameda de Málaga y hemos tenido la suerte de charlar con ellas antes de su primera función.

Meritxell Huertas, Anabel Totusaus y Ota Vallés durante nuestra entrevista. Fotografía de Daniel Fernández Sosa
 
P: La obra es un caramelito para cualquier actor

Meritxell Huertas: Es una obra que siempre lo decimos. Aparte de muy divertida de ver, es muy divertida de hacer. Si vienes a la función un día con bajón, sólo de hacer la función se te sube el ánimo. Nos hemos hecho los papeles a nuestra medida y te da la seguridad de poder trabajar con amigas, aparte de ser amigas en el escenario, lo somos abajo.

Ota Vallés: Nos conocemos de hace muchos años

Anabel Totusaus: La complicidad que tenemos es un juego que cada día, con las miradas ya te entiendes. Eso es de agradecer. Luego, la respuesta del público que te da también un subidón

P: Os pasa entonces como una actriz, Ana Milan, que me comentó que cuando hacía su función le servía como terapia

Ota Vallés: Es verdad. Esta obra yo creo que es terapéutica. Para el público y para nosotras. Es muy divertida de ver porque lo vemos por la reacción del público, por las carcajadas y lo bien que se lo pasan. Pero es que nosotras también nos divertimos mucho. Tú sabes que es una hora y media que te olvidas de casi todo, tanto el público como nosotras.

Meritxell Huertas:
Muchos actores yo creo que si dejaran de hacer teatro, tendrían que empezar terapia. En muchos momentos de mi vida, hacer la función ayuda. Desconectas porque tienes que conectar contigo mismo, tienes que conectar con el público y además, que te rían las gracias. ¿Qué mas quieres? Es una pasada


Anabel Totusaus. Fotografía de Daniel Fernández Sosa

P: Con esa complicidad, en la que os habrán surgido mil anécdotas, se cumple mucho más eso de que ninguna función sale igual a la anterior

Anabel Totusaus: En el camerino hablamos de nuestras cosas del día a día y luego cuando sales a hacer la función, ya tienes una información que sabes cómo está la otra. Eso también te hace reír.

Ota Vallés: Nosotras no empezamos la función en el escenario, la empezamos cuando llegamos al teatro. Aquí hacemos lo del día a día. Esta función es un poco cómo si os metierais en nuestro camerino, pudierais abrir la puerta y meter la cabeza para escuchar lo que pasa


Meritxell Huertas. Fotografía de Daniel Hernández Sosa
P: Has mencionado, Meritxell, que los papeles están hechos a vuestra medida. ¿En qué sentido?

Meritxell Huertas: Cuando empezamos a hacer esta función, ya hace casi tres años, nos encontramos que la obra que había escrito Domingos Oliveiras estaba un poco desfasada para la época. Nosotras hicimos una versión y al aprovechar a hacerla, cada una cogió sus propios rasgos y los que les apetecía más hacer. Los más cercanos a tí, siempre exagerados y siempre hacia la comicidad. Cuando se van incorporando actrices nuevas, se lo llevan a su terreno porque es una obra que te lo permite. No son unos papeles cerrados. Cada una hace un poco de ella misma pero siempre exagerando. Es como si fuera un documental de ficción, un documental teatral, nuestras vidas de verdad puestas aquí en el escenario. Nuestros papeles son Ota, Anabel y Meri. No nos llamamos de otra manera. Lo que pasa aquí es la realidad de nuestro día. Es como si nos cogieras un día y fuera una conversación nuestra en el camerino. 


Ota Vallés. Fotografía de Daniel Fernández Sosa

P: ¿Qué nos pasa a las mujeres de treinta?

Ota Vallés: Hay como esa especie de barrera en la vida de una mujer y de un hombre, porque yo creo que es lo mismo para los hombres y para las mujeres, que antes era a los treinta y yo creo que lo hemos alargado a los cuarenta, que es que hasta los cuarenta puedes ser un poco adolescente, pero ya cuando llegas a los cuarenta tienes que tener tu casa, tu pareja, tus hijos, tu trabajo estable y tu segunda residencia en no se dónde. ¿Y si llega esa edad y no tienes todo eso? ¿Qué pasa? Hay cosas que a lo mejor las tienes o no. ¿Y qué?. Esa presión que nos ponemos nosotras mismas que parece que lo tienes que hacer ahora o nunca. Y parece que si no tienes todo eso, tu vida es una desgracia. Oye pues no, nuestra vida es igual de maravillosa y nos reímos un poco de todo eso. De nosotras mismas. Es una presión que te pones tu misma, con el físico, con los hombres o con el trabajo. Es reírse de eso. No pasa nada, somos así, tenemos esto y con esto vivimos.

P: ¿Vais a eliminar todos estos tópicos de la treinteañera o la cuarentañera?

Meritxell Huertas: Poquito a poco. Tiene que salir de uno mismo. Yo no levo la misma vida que lleva el resto de la sociedad ¿y qué?. No pasa nada.

Ota Vallés:
Y si la llevas. Da lo mismo la vida que lleves, pero que estés contento y la aceptes. Y que te rías. Por muy estupenda que pueda ser tu vida y muy maravillosa a ojos de otros, siempre te van a pasar cosas. Pues oye, no pasa nada, la vida es así. Nos vamos a reír de lo que nos pasa, en la medida que podamos reírnos. 


Meritxell Huertas, Anabel Totusaus y Ota Vallés durante nuestra entrevista. Fotografía de Daniel Fernández Sosa

P: ¿Por qué funciona siempre el ver las realidades de nuestra vida en un escenario?

Anabel Totusaus: El ridículo hace reír también. Impacta más. La gente se sorprende que no tienen filtros estos personajes. Dicen lo que ellas realmente sienten y a lo mejor ellos no se atreven a decirlo y se quitan un peso de encima.

P: Habéis hablado que la función empieza en el camerino pero os interesaría también saber qué ocurre después entre esos debates que se hace el público al salir de la función

Ota Vallés: Hay gente que se espera para contarnoslo. Que eso está súper bien. Nos esperan porque se han sentido tan identificados. A mi me pasa que cuando voy al teatro, quiero empatizar con lo que pasa en el escenario, aunque sea drama o comedia. La única manera de entender a los personajes es que les pasen cosas que a tí te pueden haber pasado o que reconoces en otra gente.

Meritxell Huertas: La semana pasada en Zaragoza, una chica nos puso nombres de todas sus amigas.

Ota Vallés: Y luego nos dicen más cosas que tenemos que contar en la función. Es como si no supieran que cada día contamos lo mismo


Meritxell Huertas, Anabel Totusaus y Ota Vallés durante nuestra entrevista. Fotografía de Daniel Fernández Sosa
P: Tenéis que tener un público variopinto

Anabel Totusaus: Los hombres, incluso, también se pueden sentir identificados porque les pasan cosas parecidas a nosotras.

Meritxell Huertas: También pueden ver esa típica conversación cuando llega un hombre cierras la puerta o cambias de tema. Esta vez no, la puerta abierta y el tema está. Se alucinan de cómo somos las mujeres cuando nos relacionamos entre nosotras.

Ota Vallés: Son confesiones de mujeres de treinta porque las que estamos en el escenario somos mujeres. No podemos hablar desde un hombre. Evidentemente hay cosas que son muy de mujer pero hay muchas cosas que también le pasan a los hombres, pero lo hablamos desde nosotras. Los hombres, en muchas cosas, se sienten identificados también.

P: Ya que estamos. Me confieso. Esta que les habla, a punto de cumplir 32, si le dicen que tiene que hacer algo, se niega en rotundo. Casarse, tener hijos o ver “Cincuenta sombras de Grey” o “Juego de Tronos”. Os toca

Meritxell Huertas: Yo como treinta y... Confieso que es un privilegio hacer esta función con mis compañeras, Ota y Anabel.

Anabel Totusaus: Yo como treinta y pico, confieso que las expectativas que se esperan, no las he cumplido

Ota Vallés: Yo soy la más jovencita de todas empezando al revés. Confieso una cosa que es que realmente esta función ha sido terapia desde el primer día que entré. Yo entré mal y confieso que ahora estoy de puta madre


Meritxell Huertas, Anabel Totusaus y Ota Vallés. Fotografía de Daniel Fernández Sosa

Después de todo el fin de semana en Málaga, con funciones en el Teatro Alameda el viernes 27 a las 20:30, el sábado 28 a las 19:00 y a las 21:00 y el domingo a las 19:00, la gira de “Confesiones de mujeres de treinta” pasará repitiendo funciones en Mallorca y culminando temporada en Barcelona, aunque como ellas mismas admiten, nunca se sabe. Vayan a confesarse ante estas grandes actrices, porque su absolución serán las mejores risas que necesitan en una buena comedia como la que ellas nos regalan.

Si queréis escuchar la entrevista que ha sido muy divertida, sólo tenéis que pinchar en este enlace:

http://www.ivoox.com/entrevista-meritxell-huertas-anabel-totusaus-ota-valles-audios-mp3_rf_4140434_1.html

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